El Valencia Basket oteó de cerca la posibilidad de conseguir su primera victoria en la Euroliga en un encuentro en el que los «taronja» miraron a los ojos al Barça y los famosos pequeños detalles le privaron del asalto al Palau. Jugadores importantes en el proyecto como Dubjevic, Loyd o San Emeterio lideraron un gran trabajo de un colectivo que se quedó sin gasolina en el choque en el que más cerca estuvo de ganar. La idea se sabe, toca seguir persistiendo en ella. Mañana habrá de nuevo una oportunidad de por fin estrenarse en la Euroliga. Será ante el Villeurbanne de Diot en la Fonteta en un encuentro en el que no se puede fallar porque la mochila empieza a pesar y mucho. Las cinco derrotas en otras tantas jornadas son un lastre demasiado grande aunque afortunadamente todavía no es definitivo. La misión es difícil pero no imposible.

Los «taronja» saltaron a la pista con tensión y seriedad. Con la inspiración desde el tiro exterior de San Emeterio y Colom, los «taronja» consiguieron ventaja en los primeros minutos (9-13). Reaccionó el Barça gracias a Abrines y el trabajo en la pintura de Davies que pusieron por delante a los catalanes al final del primer cuarto (21-19). En el segundo período, Jordan Loyd tomó galones de mano rememorando su gran partido en el Palau en liga y con pleno de acierto desde el triple situó de nuevo a los valencianos por delante en el electrónico con la ayuda de un firme Colom y un trabajador Motum (31-35). Con el choque controlado, los últimos segundos echaron por la borda el buen trabajo con Loyd como protagonista. El estadounidense cometió pasos y posteriormente una falta antideportiva discutible que pusieron otra vez por delante al Barça justo al descanso (44-41).

Los detalles definen al final

El Valencia Basket continuó firme en su idea y en su trabajo tras el paso por los vestuarios. El conjunto «taronja» se encomendó de nuevo a San Emeterio quien con dos triples situó a su equipo por delante (52-53). El choque se convirtió en un duelo de poder a poder en el que los de Ponsarnau con Dubljevic y un triple en la bocina del tercer cuarto consiguieron ponerse arriba con sólo diez minutos por disputar (62-65). Hanga se convirtió en una pesadilla en el último período. El húngaro, bien pertrechado por Higgins y el incombustible Mirotic, estiraron la renta para los locales (76-70). El Valencia Basket se empecinó en no descarrilar aunque ya sin tanto rigor y apelando más al orgullo y al corazón para lograr un parcial de 0-5 que ponía el electrónico al rojo vivo (76-75). Los detalles iban a definir el choque, y ahí el Barça salió victorioso con un triple de Higgins que mató a los «taronja», quienes dispusieron de varios ataques para pelear por el encuentro aunque faltó el acierto que antes sí había existido. El desgaste pasó factura y una posible antideportiva a Dubljevic no pitada bloqueó la posibilidad de ganar. Con la soga al cuello, el Barça manejó con experiencia los últimos instantes para mantener su liderato continental y privar a los valencianos de una victoria que estuvo muy cerca y que se tocó con la yema de los dedos.