El Valencia Basket tumbó ante el Panathinaikos dos de los muros que esta campaña no había podido lograr. Por un lado, salvó un choque con final igualado y por otro, se impuso a uno de los equipos que tiene por delante en la tabla. Este equipo se ha asentado de sobra en la Euroliga y su candidatura de estar entre los elegidos cobra cada vez más fuerza. Dubljevic acaparó los mejores números en una gran noche de Colom y de Doornekamp, jugador que catapultó a los «taronja» en los momentos más candentes.

El Panathinaikos exhibió tras el salto de dominio su capacidad ofensiva. La lesión de Van Rossom en los primeros compases obligó a Ponsarnau a variar sus plan inicial con la entrada de Vives. El conjunto griego con ataques muy rápidos trató de hacer daño a los defensa de los «taronja» aunque el Valencia Basket se adaptó bien a esta coyuntura gracias sobre todo a Dubljevic (19-14). Los griegos con Calathes y Rice principalmente respondieron para estrechar el cerco al final del primer cuarto (27-25).

La batería nacional conformada por San Emeterio y Colom, junto al constante Dubljevic metieron una marcha más al encuentro que disparó la renta local (42-29). El Panathinaikos de la mano de Rice se rehizo de este empuje con un parcial de 4-14 que volvió a igualar el choque (46-43). Los «taronja» gracias al trabajo de los bases, especialmente Colom, y un esfuerzo coral devolvió parte del golpe encajado para irse al descanso arriba (55-45).

Apagón en el último cuarto

El conjunto de Rick Pitino salió con otro aire en la reanudación, elevando otra vez su ritmo en el duelo (63-57). Colom hizo de nuevo acto de aparición y cocinó su particular gran noche. El andorrano se gustó transmitiendo confianza y liderazgo tanto en su tiro como en su conexión con Ndour para destrozar a un Panathinaikos que fue cosido además con un triple de Doornekamp (80-64).

El Panathinaikos amenazó en el cuarto decisivo con amargar la velada. Un parcial de 2-18 equilibró el marcador y sembró de tensión La Fonteta (82-82). Era el momento de la raza y la valentía y Doornekamp asumió el papel con un triple que elevó los decibelios. Dos acciones posteriores de Abalde hilaron una trabajada victoria que son las que refuerzan y hacen mejor a una plantilla.