Los palistas cuentan con herramientas para poder practicar en casa, aunque no están al alcance de todos. Un kayak ergómetro puede oscilar entre unos 700 y unos 3.000 euros, según explica Ricardo Botella, joven integrante del club Scooter de Algemesí. «Además, se trata de sistemas que, por lo general, no necesitamos. Son más habituales en zonas del norte, con climatología adversa. Nosotros podemos salir al río en casi cualquier época del año porque el tiempo siempre acompaña, en los lugares donde esto no es posible sí que está más extendido su uso», recalca. Por ese motivo, muchos han optado por improvisar y simular el efecto de los botes conforme han podido desde sus hogares para preservar las nociones técnicas y físicas necesarias para competir en las pruebas de piragüismo.
