Una placa de titanio que no debía haberse roto según los médicos. Y que se rompió el lunes por la mañana con el simple gesto de abrir un ventanal de casa para que salieran los perros al patio. Un mal gesto que provocó que Marc Márquez fuese operado de nuevo de la lesión en su húmero del brazo derecho que se produjo en la primera carrera del año en Jerez. Y que ahora le tendrá apartado hasta septiembre, pues el catalán ha decidido tomarse con calma la recuperación. Toda una oportunidad para sus rivales, en especial el líder del Mundial, el francés Fabio Quartararo, que puede plantarse al finalizar agosto con un máximo de 125 puntos en el caso de ganarlo todo. Mientras que Marc Márquez acumulará cinco ceros, una desventaja prácticamente insalvable en una temporada atípica por la COVID-19, recortada a 14 grandes premios.

En estos momentos, Marc Márquez tiene una desventaja de 50 puntos con Quartararo y de 40 con Maverick Viñales, que en Brno esta semana y en la doble cita siguiente de Austria pueden seguir aumentándola con sus Yamaha. El defensor del título ha protagonizado grandes remontadas en carrera y durante todo un campeonato en el pasado, pero Fabio Quartararo ha encontrado una gran consistencia y ritmo en su última temporada en el Petronas Yamaha antes de dar el salto al equipo oficial en 2021. Su gran regularidad y el paso adelante que ha dado Viñales puede complicar muchísimo a Marc Márquez pelear por renovar su corona.