En el fútbol, muchas veces el resultado de un partido es su factor más irrelevante, y su verdadera fuerza se manifiesta en ser «una buena manera de observar a los humanos», defiende Vicent Flor. El sociológo valenciano, director del Institut Alfons El Magnànim, presentó ayer en el Centre Cultural La Nau de la Universitat de València acoger su libro ´Nosaltres som el València. Futbol, poder i identitats´ (Afers, 2020), de Vicent Flor. El acto, celebrado en el Paraninfo, contó con las intervenciones, además del autor; de la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra; del vicerrector de Cultura y Deporte de la Universitat de València, Antonio Ariño y del editor, Vicent Olmos. En su intervención, Flor desgranó la particularísima relación entre fútbol y las identidades colectivas y de poder, en especial en el marco de la sociedad valenciana y de un club, el Valencia CF, que sigue ostentando la representatividad y la identificación de ser el «gran club valenciano» , a pesar del dominio accionarial extranjero y la coyuntura de su grave crisis actual. Flor afirmó desconocer «qué pasará con el Valencia y la propiedad de Peter Lim», pero sí matizó que la clase dominante valenciana «no ha sido capaz de mantener la propiedad valenciana del club deportivo valenciano más destacado. Por otro lado, recordó que «con independencia de la propiedad mayoritaria de las acciones», los aficionados de Mestalla «consideran suyo el club». Flor destaca que, a diferencia de la implantación y arraigo de los otros clubes de la Comunitat, «solo el Valencia reivindica la identidad regional valenciana y la representatividad del conjunto del territorio, a pesar de que su base territorial no es uniforme».

Para apoyar su afirmación, Flor recuerda que el club de Mestalla «no se circunscribe únicamente a la ciudad de València y a l´Horta». Según el censo de l´Agrupació de Penyes Valencianistes, «solo el 21´5% de las peñas son del cap i casal. El 72,7% pertenecen a la provincia de València, el 9,8% a la de Castellón, el 6,7% a la de Alicante, el 4,7% al resto del estado y el 6,1% al resto del mundo». Emotivo, entretenido y nostálgico, el fútbol tiene tal presencia que impacta de lleno en la convivencia y en las relaciones de poder, como se aprecia en los capítulos sobre los modelos del Real Madrid y el FC Barcelona, clubes que «han conquistado el 85% de las ligas del siglo XXI» pese a convocar la militancia «del 63,3% de la población total del estado». El 67,4% de los españoles, según el CIS, se siente identificado por algún club de fútbol. La sociedad de otros países europeos, desde Italia a Rusia, pasando por Escocia, también tiene su recorrido en el libro . La onda expansiva del más popular de los deportes lleva implícitas derivas hacia el «hooliganismo», la extrema derecha y la hegemonía comercial del «fútbol moderno».