Rafael Nadal y Novak Djokovic. El número 1 mundial ante el 12 veces campeón del torneo. En juego, el título de Roland Garros y un nuevo Grand Slam en la carrera por ser el mejor de la historia. La remozada pista Philippe Chatrier será el escenario de la gran batalla de la tierra.

La centenaria central que hoy pisarán Nadal y Djokovic (15.00 horas Eurosport, DZN) poco tiene que ver con la pista diseñada por el arquitecto Louis Faure Dujaric e inagurada en 1928 para acoger la final de la Copa Davis pero, desde su construcción, Francia se enorgullece de mantener en ella L’esperit du tennis. Y en el Roland Garros más atípico de la historia, Nadal y Djokovic van a dejarse llevar por ese espíritu en busca del 13º Roland Garros y el 20º Grand Slam, en el caso del tenista mallorquín; o del segundo título en París y el 18º Grand Slam, el tenista serbio.

Los dos astros se habrán despertado hoy mirando el cielo de París. Uno, esperando verlo gris plomizo y lluvioso como estos días, y el otro, azul y brillante como lucía ayer. La meteorología del torneo es una de las bazas que Djokovic tiene para intentar el asalto a la casa de Nadal. «Esta vez la bola de Rafa no me llegará por encima del hombro», argumentaba. La altura y el efecto liftado que le da a la bola Nadal no tendrá la efectividad de otras veces. Nadal ya ha dicho que busca soluciones para «estar más competitivo».

Es su obsesión desde que llegó a París y ayer trataba de entrenarla por última vez junto a Carlos Moyà y Francis Roig en una práctica quese alargó una hora y media. Ajustar el revés cruzado, buscar el golpe plano descendente a la derecha de Djokovic para obligarle a levantar la bola. Prepararse para las dejadas o los smashes con el sol en contra que deslumbra con brillos en la remozada central. Cualquier detalle para llegar preparado.

«Las condiciones benefician a Djokovic pero Rafa es capaz de jugar con bolas pesadas, vivas, pistas lentas, rápidas, sol o frío. Ha ganado de cualquier manera», destacaba Moyà al final del entrenamiento. El exnúmero 1 y Francis Roig ven a Nadal a punto para el reto. «Djokovic es muy completo, su tenis tiene pocos agujeros. Será una batalla dura y larga», decía Moyà, aunque Roig, a su lado, puntualizaba: «Estamos hablando de una final en tierra y de Roland Garros, los números [101 victorias, 2 derrotas y 12 títulos] avalan a Rafa».

Djokovic tiene como referencia la única victoria en el 2015, aunque ha perdido siete partidos en París contra Nadal, dos en las finales del 2012 y 2014.

«El favorito es Rafa. Estamos en Roland Garros y en una final en tierra, a cinco sets», decía Djokovic, que en su interior ansía dar el gran golpe. «Rafa es mi gran rival». Una victoria en su casa sería un subidón para su ego en su obsesión por ser mejor que Nadal y Federer.

Djokovic, que no apareció por las pistas de entrenamiento ayer en París, dijo tras ganar a Tsitsipas que tenía un plan. «¿Djokovic tiene un plan? No variará su juego. Será más agresivo. Lo hace siempre. Quien tiene un plan es Rafa», decía Roig mientras Moyà sonreía y Nadal recogía su bolsa y salía de la pista, preparado para el gran reto.