Tras una gran victoria en Kaunas, mostrando dos caras bien diferentes en la primera y la segunda mitad, el Valencia Basket todavía hizo más evidente esa metamorfosis dos días más tarde en el choque ante el Casademont Zaragoza.  Dos encuentros en los que tocó remontar, en los que hubo que sufrir y siguió evidenciándose cierta irregularidad, pero que acabaron en triunfo con una magnífica imagen en el tramo final.

«La pretemporada fue muy buena, tuvimos muy buenas sensaciones, pero nos ha costado arrancar. Está claro que las competiciones que jugamos son duras, todos los equipos juegan duro y parece que nos cuesta un poco entender esto. Incluso después de una buena victoria en la Euroliga luego tienes que estar listo para jugar otro partido en el que no te van a regalar nada», reconoció Van Rossom. El base belga, que tuvo ‘descanso’ precisamente el sábado en este último partido, reconoció que «el equipo está un poco inconsistente, por eso utilizamos estos últimos días para entrenar bien, sobre todo nuestro ataque. En estático nos costaba lograr buenos tiros y hacer las cosas bien, y todavía hay que trabajarlo un poco más».

Respecto a ese cambio de sensaciones de la pretemporada a la temporada oficial explicó que tal vez «algunos equipos no estaban al cien por cien, o en los partidos oficiales les sale más competitividad. Nosotros tenemos que adaptarnos a esto, tenemos que salir cada partido con la intensidad muy alta porque los otros equipos tienen ganas de jugar y ganar contra un equipo como nosotros, un equipo de Euroliga».