Con el último entrenamiento en Buñol, ya que la plantilla tiene libre hoy y mañana, el Levante cerró ayer una de las semanas más complejas en clave interna en los últimos meses tras encadenar la sexta jornada seguida sin victorias. Y es que el empate ante el Alavés después de volver a jugar en superioridad ha aumentado los niveles de preocupación por la situación clasificatoria de un equipo con menos puntos de los que se merece. La derrota in extremis en el Pizjuán, el gol injustamente anulado contra el Celta y las ocasiones desperdiciadas contra Real Madrid, Granada y Alavés han dejado a los de Paco López con el triunfo de El Sadar como el única en el casillero. No hay una relación directa entre las sensaciones, el juego y distintas variables futbolísticas con los resultados obtenidos. Sin embargo, detrás del análisis sí que hay aspectos de corrección y mejora, un problema de definición y autoridad evidente en las áreas, lagunas a nivel táctico y futbolistas claves como el internacional Campaña en un pico bajo de rendimiento.

De estos y otros muchos asuntos se ha estado hablando en el vestuario desde el lunes, día de la habitual charla y análisis post-partido en la que como declaró Melero se corrigieron errores pero «no porque sea una situación límite». La presencia en los entrenamientos en Buñol de los miembros del área deportiva ha sido habitual aunque más activa en esos últimos días. Sin embargo, en una semana en la que todas las partes estaban por la labor de una gran sentada, la auténtica cumbre se celebró el jueves. Los miembros del cuerpo técnico al completo y los del área deportiva se reunieron para hablar, intercambiar apuntes sobre el equipo y cerrar filas. Nadie ha dejado de creer en el proyecto, lo que no quita para ponerse a dibujar un plan de acción en común que en el peor de los casos podría terminar teniendo su continuidad en el mercado de enero. Aunque lo planes a nivel económico del club no pasan por ahí después de las estrecheces con el fair-play y la ingeniería financiera para salvar el corte, es obligación de los técnicos estar preparados y con alternativas realistas.

Después de todo lo que ya se había hablado, lo cierto es que el encuentro no estuvo tan enfocado a aportar soluciones y analizar en detalle al equipo como para unir esfuerzos y reforzar la figura de Paco López en particular. Aunque hay un desgaste evidente por culpa de los resultados, el entrenador no ha estado cuestionado en ningún momento y eso volvió a quedar claro. Manolo Salvador y David Navarro le trasladaron su apoyo y confianza. Un cierre de filas en toda regla coronado por una comida en grupo para acallar cualquier tipo de rumorología sobre el futuro del entrenador y trasladarle el máximo respaldo. No en vano, el ambiente fue muy cordial con la presencia de los otros dos miembros del área deportiva al margen de los scoutings de la secretaría técnica, Manu Fajardo y Javi Sanz, y todos los ayudantes de campo de Paco con Toni López y Sergio Navarro a la cabeza.

La realidad es que desde que ocupa el banquillo, Paco López nunca ha estado cuestionado, ni siquiera en los momentos difíciles por los que ha pasado en otras ocasiones debido a las montañas rusas que caracterizan a un equipo que ha tenido un lunar en la regularidad. El trabajo diario del de Silla cuenta con un respaldo mayoritario en el club.