Como es habitual por estas fechas, el Consejo de administración del Levante ya está preparando la Junta de accionistas de final de año y a tal efecto se ha reunido esta semana. La fecha marcada esta vez en el calendario es el 21 de diciembre. Aún no está decidido si se hará de forma presencial, aunque el objetivo es ese. En el caso de que las condiciones sanitarias lo desaconsejen será de manera telemática. El órgano rector del club tiene ya todos los números encima de la mesa.

Tal y como quedó claro tras la publicación del límite salarial por parte de LaLiga, el presupuesto recogerá la obligación de traspasar jugadores antes del 1 de julio. El desfase después del cambio de normativa más el recorte en derechos de televisión y ticketing, aunque más nimio en estas partidas, no llega a los 20 millones de euros. Ya lo hizo el año pasado, aunque esa cantidad se enjugó con los traspasos de Cabaco y Moses Simon. El candidato número uno para el próximo verano es Campaña pese a que está por ver si para entonces el mercado se ha recuperado de la actual crisis. En este sentido la ocasión también sirvió para ponerse al día de las estrecheces con el tope salarial.

El descenso de 17 millones (solo Huesca y Elche tienen menos) obedece tanto al cambio de normas de la patronal a la hora de imputarse traspasos como al descenso de ingresos y a la propia penalización que para el club supone continuar excedido por no haber vendido futbolistas. De cara al mercado de enero apenas hay margen para fichajes a menos que se produzcan salidas o ingresos adicionales a través de patrocinios.

La directiva también pasó revista al estado de las obras en el Ciutat, a punto de acabar ya la actual fase, y a la renovación de cargos en la Fundación Cent Anys. En el apartado económico se dio luz verde al presupuesto total, que rondará los 80 millones con un pequeño superávit, esta vez inferior a otros ejercicios. Que el Levante haya sido uno de los clubes menos afectados por la pandemia no quita para que sus ingresos, aunque en menor medida, también se hayan visto afectados. Por abonos se va alrededor de un millón y una cantidad no demasiado significante por merchandising. Queda pendiente también la transitoriedad para el actual patrocinador principal de la camiseta, cuyo contrato acaba esta campaña.

También se habló ya en la parte final de la reunión de la marcha deportiva del equipo. Un tramo en el que se puso en valor el trabajo del área deportiva y su metodología de trabajo en el complicado contexto económico de los últimos mercados. Desde la llegada de Manolo Salvador y David Navarro el único gasto en fichajes ha sido el de los 3,8 millones fijos en los porcentajes de Dani Gómez y De Frutos. El resto de jugadores han llegado sin coste. Siguen pendientes las renovaciones de jugadores como Miramon y Rochina. Tampoco son oficiales aún los acuerdos con Morales y Roger.

Confianza en el área deportiva

La realidad es que desde el club se sigue trabajando a nivel interno en el proyecto de la próxima temporada y al igual que ocurre con Paco la confianza es total en los miembros del área deportiva. El complicado momento en la clasificación, sin embargo, invita como ha ocurrido otras veces a aplazar las decisiones oficiales. La idea de Quico y el Consejo, a expensas de darle forma, pasa por ampliar su confianza y ahondar en el cambio de modelo.