La respuesta fue espectacular. Tomen nota de estos nombres: Roberto de Beniparrell, Moro de Massalfassar, Marcos de Godelleta,Pasqual de la Pobla, Adrián de Museros, Juanjo de Borbotó, Xato de Almenara…El espectáculo estaba asegurado. La cancha de Alfarp se llenó a rebosar. Las primeras finales fueron de una emoción inenarrable. Los finalistas se jugaban el honor de ser los mejores en la modalidad que inició el proceso modernizador de este deporte, incuestionable verdad histórica como puede comprobarse con un rato de hemeroteca si existiera un poco de voluntad. Aquella no era la final del Individual entre Álvaro y Genovés II, protagonistas de una época gloriosa, pero era una digna recompensa a lo que la verdad metafísica de la especialidad había supuesto en la historia del último medio siglo de la Pilota. Los llenos y la pasión de aquellas primeras finales compensaban los todos los esfuerzos.
Vino una época de decadencia, de indiferencia pero la final de ayer en Borbotó puede suponer una inflexión. La jugaban Herrera de Beniparrell y Donat de Alfarp. Ganó el primero por 70 a 65. La suerte de la moneda le favoreció y nadie perdió un juego en el «bot». El pelotari de Beniparrell, que fue destacado profesional, sigue ilusionado en la Galotxa y tiene su recompensa con este gran triunfo. Recibió el trofeo de manos de la concejala de deportes de su pueblo, que también es pelotari. En juveniles, otra gran partida, con victoria de José de Ovocity El Marquesat sobre Albert de Tavernes Blanques también por 70 a 65. Albert tuvo «Val» para acabar. Y el sábado, en esta misma cancha, la final femenina entre dos pelotaris de Montserrat: Andrea y Eva. Otro triunfo para un gran club. También se jugarán las finales de segunda, tercera, cuarta y «curtes».