Tenía el Levante cuatro compromisos muy serios en los últimos partidos con los Atléticos como invitados especiales. Con los madrileños la liga y con los bilbainos, de todo, liga y copa. De momento las cosas están saliéndole bastante bien. No ha perdido ningún partido. De nueve puntos posibles, en la liga, ha conseguido cinco y en copa empate en el partido de ida, por lo tanto sigue la pelea.

Paco López para todas las confrontaciones ha tenido que hacer cambios. Cuando hay tantos partidos son normales las rotaciones, pero aquí los cambios han sido más por obligación que por seguir lo que dicen los cánones futbolísticos, las lesiones han hecho acto de presencia y han obligado a ello. El problema principal en el centro del campo. La cosa comenzó hace ya un tiempo con Campaña, pero últimamente ha seguido con otros futbolistas, Radoja, Melero, Bardhi y Malsa que juega, pero un poco mermado, han dejando la demarcación con lo justo. Es verdad que se ha recuperado a Vukcevic y Doukouré pero la falta de partidos se puede notar.

Sea como sea si una cosa está distinguiendo a este Levante es la competividad que presentan los que juegan. Da igual los nombres, todos se entregan a la causa y eso es muy importante. El mister lo sabe y de ahí la complicidad que hay entre plantilla y cuerpo técnico. Todo lo dicho tiene que quedar demostrado este jueves en la vuelta de copa. Es la gran oportunidad de estar en una final, pero habrá que ir con cuidado, no va a ser fácil, esto lo sabemos todos. Vimos el otro día el partido de liga y quedó demostrado lo que hace el rival, si los azulgrana luchan los de Marcelino no se quedan cortos ni mucho menos.

Los seguidores están más que ilusionados en este Levante, todos quieren lo mejor por supuesto, así que salgan los que salgan, las circunstancias mandan, no tienen nada más que seguir lo que vienen haciendo partido tras partido, luchar hasta el final. El empate del partido de ida es buen resultado pero no definitivo ni mucho menos. La final espera.