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Va de bo

Propuesta feminista de hace medio siglo...

PROPUESTA FEMINISTA DE HACE MEDIO SIGLO…

Año 1974. Día 15 de noviembre. La hemeroteca nos permite acceder a la entrevista que Bausset realiza a uno de los jugadores más carismáticos de aquel tiempo: Bautista Ribes, punter, de Guadassuar, fijo en carteles de primera línea; conocido por su afición a entregar sus mañanas a visitar enfermos en los hospitales valencianos. Cuarenta y siete años después, - ya del medio siglo-, aquel hombre bueno que acabó revendiendo números de lotería; que siempre saludaba con amplia sonrisa y que hizo favores a diestro y siniestro nos dejaba un plan de promoción de la pilota valenciana, absolutamente novedoso para la época: «Hay que procurar que las mujeres jueguen...» Casi todos los entrevistados por Bausset hablaban de meter la pelota en las escuelas, de construir trinquetes… de aligerar el tiempo de espera de las apuestas pero a nadie se le ocurría proponer que jugaran las mujeres porque la pelota, al menos en la gran mayoría de trinquetes, como lo era en la gran mayoría de los campos de futbol era cosa de hombres. Un servidor recuerda ver en Mestalla a una mujer de edad mediana, rubia, que cerca del banderín de córner de la tribuna norte no paró de meterse con Maceda, el central del Puerto de Sagunto que jugaba entonces en el Sporting de Gijón. No se veía otra mujer en el campo. En Pelayo, en aquella época, podían pasar meses sin que una sola mujer pisase sus gradas.

Víctor Agulló recoge en su libro dedicado a la historia del siglo y medio de Pelayo, ese detalle. Un gesto que convierte a Ribes en un verdadero precursor de los tiempos actuales en los que la mujer ha normalizado su presencia en este deporte con un crecimiento exponencial de participación en diversas competiciones, tanto nacionales como internacionales. Hablamos de 1974. La figura de Genovés ya empezaba a revolucionar las gradas de calles, frontones y trinquetes. Paco empezaba a cautivar por su juego y su personalidad. Llevó a la mujer a los trinquetes pero para disfrutar de su juego, especialmente en los pueblos. Otra cosa era jugar, dar el paso a enfrentarse a la pelota de vaqueta. Había una chica en Riba-roja, de la familia de los Tarazona que jugaba…y muchos años después llamó la atención la calidad y estilo de Ana Belén de Borbotó. Pioneras fueron las mujeres de Beniparrell. Hoy es raro el club que no acoge a niñas y mujeres para conformar su plantilla. De jugadoras pasan a ocupar puestos directivos con la eficacia que caracteriza el trabajo femenino. Ahí está, por ejemplo el impagable ejemplo del club de Tabernes Blanques.

Sorprende que hace casi 50 años un punter del trinquete, fijo en los carteles de Pelayo propusiese como solución a la eterna crisis de este deporte en el mundo profesional, la incorporación de la mujer. Hoy hay decenas de equipos, liga semiprofesional, campeonas europeas, reconocimientos oficiales. Hoy, Ribes, desde donde se encuentre, seguro que no se le ocurriría decir que «aixó ja ho vaig dir jo…» porque Ribes, como hombre entregado a la causa de la generosidad nunca pecó de soberbia, ni presumió de nada. Pero sus palabras fueron proféticas. La mujer se convierte en impulsora de este deporte.

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