La falta de gol sigue siendo una constante en España desde 2010. En los éxitos de la Selección siempre ha habido problemas de efectividad que paliaban David Villa y Fernando Torres, primero y tercero en la tabla histórica, los últimos grandes artilleros de La Roja. Aunque los números en clasificaciones y fases finales indiquen que los delanteros han hecho goles desde 2012, este desapareció en los momentos decisivos. Ocurrió contra Suecia, también en el debut contra Rep. Checa en la Euro 2016, en la debacle contra Países Bajos en 2014 o frente a Rusia en octavos del Mundial 2018. Un problema recurrente. Morata, Alcácer, Costa, Aspas, Rodrigo.. nadie fue indiscutible.

Tras el 0-0 del debut el debate en la delantera ha estallado una vez más. Los errores claros de Morata y la suplencia de uno de los mejores goleadores de Europa como Gerard Moreno han abierto el melón. Es un tema que preocupa porque tanto Polonia como Eslovaquía plantearán un partido similar al de los suecos. Esperar atrás y ser reactivos. En ese contexto España se pierde en pases sin peligro que no terminan en un desmarque o una finalización certera de un ‘9’ de talla mundial como Villa o Torres.

En esa época España utilizaba la pelota en muchas fases para defenderse, pero Villa y Torres junto a una segunda línea con gol con Fàbregas, Silva o Pedro, aparecían para declinar los partidos. En Sudáfrica desde los octavos hasta el título, España solo anotó 4 goles para un póquer de 1-0. En las últimas grandes citas ha habido un descenso claro de producción de la clasificación al torneo. En 2014 de 1’75 a 1, en 2016 de 2’3 a 1’25 y en 2018 de 4 a 1’05.

La primera y sencilla es la del cambio de cromos. Aprovechar el buen momento de Gerard y que sea el único punta. No obstante al groguet tampoco le ha ido mal cuando ha jugado junto a otro delantero. Luis Enrique también tiene a su disposición esa variante. Incluso apostar por un ‘falso 9’ con Ferran u Oyarzabal, algo que ya ha hecho el seleccionador en alguna ocasión.

Pero no solo eso. Más allá del problema de la efectividad o la alineación hay otras herramientas a las que puede recurrir España sin perder el ADN del juego nacional. Por ejemplo medios con un buen golpeo de media distancia o piezas que aporten gol desde la segunda línea. Sea como sea Luis Enrique tiene que acertar con la decisión para el partido de Polonia, pues todo lo que no sea ganar complicaría en demasía la clasificación de La Roja para las eliminatorias.

«Creo que no hay que centrarse en eso. Tenemos grandes jugadores, Álvaro nos ayuda mucho y el seleccionador es quien tiene que decidir por el bien nuestro. Lo veo bien, con ganas de seguir ayudando. A pesar de no marcar hizo las cosas muy bien y nos ayudó mucho», afirmó Gerard desde la concentración de la selección.sobre esta cuestión.

Busquets, baja ante Polonia

Sergio Busquets, capitán de la selección española, está descartado para el segundo partido del equipo de Luis Enrique Martínez en la Eurocopa 2020, ante Polonia en La Cartuja el próximo sábado, y se mantiene, diez días después, confinado en su domicilio por el coronavirus. El pasado 6 de junio Busquets tuvo que abandonar la concentración de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas tras dar positivo en un test PCR. Cumplidos diez días, los resultados en las pruebas a las que se somete no permiten volver de momento al capitán español, según informaron a Efe fuentes de la selección.

Había esperanzas de que este miércoles Busquets regresase a última hora del día a la capital de España, pero su vuelta se hace esperar. Luis Enrique Martínez anunció que le esperará el tiempo que haga falta, al mostrarse el centrocampista asintomático y poder ejercitarse en solitario mientras dura su confinamiento. Después de perderse el estreno en la Eurocopa 2020, ante Suecia el pasado lunes, Busquets seguirá siendo baja en la segunda jornada y no llegará a tiempo para reaparecer el próximo sábado frente a Polonia.

El objetivo de Luis Enrique ahora es apurar las opciones para su vuelta el 23 de junio, en el encuentro de la última jornada del grupo ante Eslovaquia, y que gane ritmo para poder estar en perfectas condiciones para unos hipotéticos octavos de final.