La presión alta e intensa y el manejo de la posesión, con una media del 68,7 por ciento, dos señas de identidad de España, son también los mejores mecanismos defensivos del equipo de Luis Enrique Martínez, la selección que menos remates ha recibido en la primera fase de la Eurocopa 2020 junto a Italia, con nueve tiros, dos nada más sobre sus porterías.

«No hay ninguna duda de que somos un equipo difícil de batir. Jugar contra nosotros nunca es fácil», proclamó el técnico en la víspera del enfrentamiento decisivo contra Eslovaquia que solventó con cinco goles y con ningún disparo rival sobre su portería. Ni siquiera una oportunidad. Nada más permitió dos tiros. Ninguno de los dos con destino correcto. No exigió ninguna parada a Unai Simón.

La reafirmación del seleccionador es indudable desde los números: el combinado español está invicto en sus últimos diez partidos -no pierde desde el 1-0 con Ucrania del 13 de octubre de 2020- y sólo ha sufrido esa derrota en los 15 duelos de la segunda etapa dirigidos por Luis Enrique Martínez o en sus 25 encuentros más recientes entre el actual técnico y el relevo temporal que asumió Robert Moreno.

En esta Eurocopa no es la menos goleada -ha encajado una diana mientras que tanto Italia como Inglaterra han terminado imbatidas la fase de grupos- ni la que más balones ha recuperado -es la decimoquinta en ese sentido, con 115, 40 menos que Países Bajos con 155-, pero sí ha limitado más que nadie los tiros rivales.

Entre sus tres adversarios en el grupo E, entre Suecia (0-0), Polonia (1-1) y Eslovaquia (0-5), sólo lograron proponer nueve remates sobre la portería de Unai Simón, dos nada más entre los tres palos, los dos de Robert Lewandowski. Uno lo paró y otro fue gol. Otros dos fueron al poste, uno ante Suecia y otro ante Polonia. En la primera cita, Suecia lanzó dos veces, una sola a su marco.

Nada más Italia, la mejor de todas en la primera fase en cuanto a puntos (nueve, junto a Países Bajos y Bélgica) y diferencia goleadora (+7, entre los siete tantos anotados y cero encajados) ha promediado tan pocos remates en contra como España, a la que, con un poco más de gol, le habría bastado para ser primera de su cuarteto.

El valor de esa estadística sobre su portería se visualiza aún más en la comparación con el resto de competidoras en la Eurocopa 2020, con selecciones de la talla de Inglaterra, a la que han tirado seis veces más que a España, aunque sólo una más a portería.

A Austria la han disparado en cuatro ocasiones más entre los tres palos; a Alemania, Países Bajos, Croacia y Dinamarca, en cinco; a Francia y República Checa, en siete más; a Bélgica, en ocho más; a Suiza y Suecia, en nueve más; a Portugal y Gales, en trece más; y a Ucrania, en catorce más. Todas compiten en el esprint por el título.

La defensa de Laporte

Nada más el portero Unai Simón, el lateral izquierdo Jordi Alba y el centrocampista Pedri González han jugado tanto como Aymeric Laporte, transformado de debutante a líder del centro de la defensa en una cuestión de veinte días, intocable en esta Eurocopa 2020 para Luis Enrique Martínez.

Al ritmo del ‘tecktonic’, el baile de música electrónica, el pasado miércoles celebró también su primer gol con España, con el cabezazo con el que impulsó el centro de Gerard Moreno al borde del descanso para acelerar la clasificación de la selección para los octavos de final del torneo, donde el lunes ya aguarda Croacia.

Ahí apunta a titular de nuevo el central, inamovible de la alineación inicial desde su estreno el pasado 4 de junio contra Portugal, cuando fue reemplazado por unas molestias musculares, porque, de no haber sufrido tal situación, habría jugado el duelo completo, como lo ha hecho a lo largo de toda esta Eurocopa; contra Suecia, contra Polonia y contra Eslovaquia. Y quizá ante Croacia.

Ni siquiera con el error que cometió ante Robert Lewandowski en el 1-1 ante Polonia, cuando el impacto del delantero lo desplazó antes de conectar un remate concluyente sobre la portería de Unai Simón. Ni Pau Torres, titular frente a Suecia y Polonia, ha tenido tanto recorrido. Tampoco Eric García, su compañero hasta este verano en el Manchester City y que jugó de inicio contra Eslovaquia. Ni Diego Llorente, que aguarda su debut en la Eurocopa. Son los cuatro centrales elegidos por Luis Enrique Martínez entre las lesiones y las circunstancias que apartaron a Sergio Ramos e Íñigo Martínez.