Finalmente ha llegado el salvavidas que tanto ansiaban los equipos de la primera división española tras llevar varios meses con el agua al cuello. Ayer se hizo oficial el acuerdo al que ha llegado LaLiga con el fondo de inversión internacional CVC, por el que se inyectarán un total de 2.700 millones de euros en la competición. Este espaldarazo financiero supone una bomba de oxígeno crucial para todos los clubes que, a falta de ocho días para el inicio de la competición, se veían incapaces, ya no solo de firmar nuevas incorporaciones, sino de inscribir a las caras nuevas.

Este ingreso se debe a que CVC se ha hecho con el diez por ciento del capital de LaLiga. La operación ha recibido luz verde a raíz de una nueva sociedad a la que irán destinados todos los negocios, filiales y ‘joint ventures’ que posee la competición dirigida por Tebas. Uno de los principales objetivos es convertir a la competición en el referente de la transformación del mundo del entretenimiento para que los clubes puedan crecer y aumentar sus ingresos. El acuerdo permitirá a los clubes inscribir a sus jugadores y en principio reactivará el mercado. Sin embargo, sus efectos más importantes serán a medio y largo plazo.

Cantidades controladas

Un noventa por ciento de los 2.700 millones irán destinados a los propios clubes. Pero LaLiga no dejará a los equipos utilizar el dinero a su antojo. Ha marcado unas pautas a las que las entidades se tienen que ceñir: El setenta por ciento será utilizado para el desarrollo de infraestructuras e innovación tecnológica. Un quince por ciento irá destinado a los fichajes e inscripciones y otro quince por ciento para hacer frente a la deuda financiera.

Cabe destacar que los clubes no recibirán la misma cantidad de dinero exacta. El reparto se hará en función de unas variables que se han tenido en cuenta: Los ingresos que genera cada equipo por derechos televisivos y los méritos deportivos cosechados en los últimos siete años. Las cantidades, además, no se cobrarán ahora íntegramente tras el calendario de pagos fijado en el acuerdo entre partes.