La Comunitat Valenciana mantiene su idilio con los JJ OO desde Barcelona’92 con cuatro nuevos medallistas y otros cuatro diplomas entre 25 deportistas en Tokio. La plata de Carlos Soler, Óscar Gil y Pau Torres en fútbol y el bronce de Gedeón Guardiola suponen un pequeño salto respecto a los últimos Juegos y volver al nivel de los de Londres, igualando además los cuatro medallistas que hubo en la ciudad condal, aunque sin alcanzar el récord de cinco de Atlanta 1996. En Río 2016 solo hubo dos medallas, todas el último día, la plata que se repartieron Alejandra Quereda y Elena López en gimnasia rítimica, y el bronce de Víctor Claver con la selección de baloncesto. El nuevo jugador del Valencia Basket venía de colgarse en la capital británica una plata, también cuando la competición tocaba a su fin, junto al bronce de las guerreras Silvia Navarro y Vanessa Amorós. También ahorahubo que esperar al penúltimo día para ver el éxito de los nuestros en dos deportes de equipo como el fútbol y el balonmano, que ya habían dado alegrías en anteriores Juegos con Agustín Sancho, Veza Fragoso y David Albelda, por un lado, y con Salva Esquer y las dos guerreras antes mencionadas por otro.

Tres medallistas y seis diplomas logró la C. Valenciana en Londres 2012, una cifra que bajó a tres preseas y dos diplomas en Río 2016, y que ha vuelto a elevarse hasta los cuatro medallistas y cuatro diplomas en Tokyo 2020. Y todo ello a pesar de la pandemia, que dentro de tres años en París 2024 debería estar superada, pero sobre todo gracias a iniciativas como la del Proyecto FER, que sumará con este tres ciclos olímpicos alentando a los deportistas valencianos a superar sus retos.

Merecieron más

Los tres centímetros que le faltaron a Eusebio Cáceres para colgarse el bronce en salto de longitud, y los 91 puntos que le faltaron a Jorge Ureña para tocar diploma en decatlón, donde hizo marca personal, fueron dos de los jarros de agua fría. Al menos todos cumplieron el sueño olímpico en Tokyo 2020, sin sobresaltos ni sustos en plena pandemia.

También los caprichosos emparejamientos ante las parejas campeonas del mundo tanto de Liliana Fernández como de Pablo Herrera, dos veteranos del vóley-playa, les impidieron alcanzar los cuartos de final y asegurarse con ello el diploma. Igual que a Sara Sorribes que tras tumbar a la número uno Ashely Barty cayó eliminada en octavos por Pavlyuchenkova. Las Guerreras se quedaron sin diploma por primera vez en unos JJOO, y Víctor Claver se estrelló en cuartos ante EE UU.