Leo Messi ya no mirará al cielo del Camp Nou cuando celebre un gol. Lo hará al del Parque de los Príncipes. La «nefasta herencia recibida» impidió a Laporta renovar al argentino y el PSG lo ha aprovechado para volver a ganar la partida a los blaugrana en la guerra particular que mantienen ambos clubes. Los culés han tratado de pescar en aguas francesas en numerosas ocasiones, pero siempre se han topado con el mismo muro. Los franceses, sin embargo, han sido capaces de llevarse a las dos joyas de la corona del Camp Nou de la historia reciente: Neymar Jr y el mismo Messi. Y de ‘birlar’ a Wijnaldum a los azulgranas.

La salida de Neymar en verano de 2017 fue el punto de no regreso en la capital catalana. Desde entonces, el Barça ha ido cuesta abajo y sin frenos. Fue el principio del fin y la sensación que transmite el club es que nunca ha logrado sobreponerse a tal golpe. El brasileño se arrepintió rápidamente de la decisión que tomó y en varias ocasiones flirteó con su regreso a Barcelona. El club lo estudió, pero el PSG no lo permitió.

El primer foco de conflicto llegó en el verano de 2013, cuando el Barça buscaba reforzar el eje de su defensa y el nombre de Thiago Silva fue el que generó consenso en la directiva blaugrana. El club llegó a un acuerdo con el futbolista brasileño, pero el PSG se negó en rotundo a deshacerse de uno de sus pilares. Marquinhos fue el siguiente. Y desde entonces, Verratti y otros tantos. Sin embargo, el PSG siempre gana.