La Vuelta entró ayer a Galicia para que una escapada resistiese en Monforte de Lemos el empuje del pelotón y obsequiara a Magnus Cort Nielsen con la tercera victoria. Primoz Roglic como Enric Mas, Supermán López y Egan Bernal se reservaron para la emboscada que les aguarda en la etapa de hoy: 202 kilómetros de recorrido y cinco puertos que no figuran en ninguna literatura ciclista: Vilachán, Mabia, Mougás, Prado y Castro de Herville, donde está la meta, en el Consello de Mos.

«Los ciclistas gallegos conocemos está zona y es muy dura. Es terreno para que Bernal luche por alcanzar el podio al igual que Jack Haig y hasta el Emirates para reafirmar a David de la Cruz entre los diez primeros. Y, evidentemente, el Movistar. Si entre todos ven que Roglic se queda solo en compañía de Sepp Kuss a las primera de cambio habrá espectáculo», afirma Óscar Pereiro, el gallego que ganó La Vuelta en 2006 e ideologo de la etapa después de recibir una llamada de Javier Guillén, director de la Vuelta. Pereiro no la ha querido volver a hacer en bici. “Es muy dura. Hay rampas que superan el 20%. Va a ser una emboscada a todos los niveles».

Primoz Roglic podrá decir, tras cruzar la cima de Castro de Herville, que tiene la prueba ganada puesto que mañana parece ser el único candidato a imponerse en la contrarreloj final, que terminará en un horario diferente al habitual, ya que se espera la llegada a la plaza del Obradoiro de Santiago del primero de la general a las 20.30 horas.

Y ojo, como advierte Pereiro, el último puerto, aunque ha sido catalogado de segunda categoría, tiene miga y es mucho más complicado de lo que parece. «Las rampas iniciales son una exageración. Luego, a la mitad de los 9,7 kilómetros de subida, se suaviza, pero al final se vuelve a endurecer.Esa parte se asemeja mucho a Peyragudes, en los Pirineos, allí donde ganó Valverde (que ayer reconfirmó que sigue un año más en activo) en el Tour de 2012», cuenta Pereiro.

A las 14.30 horas, superada la ciudad de Tui, empezará el festival. No hay que perdérselo.