Alessio Lisci es el técnico con plenos poderes desde este martes. El comunicado de la entidad confirmaba que ya no hay una búsqueda activa de entrenador y que lo que comenzó de manera interina es de manera definitiva. El italiano estará en el cargo hasta final de temporada. O al menos esa es la intención. Su figura es desde hace años una de las más respetadas en el organigrama de la entidad y tarde o temprano estaba destinado a ser el jefe de la plantilla del primer equipo. Eso sí, el romano hace un año estaba en el Juvenil División de Honor y ahora se hace cargo de una plantilla que no ha ganado ningún partido liguero de los últimos 24. El reto es mayúsculo pero Alessio, como escribió ayer en sus redes sociales, lo tiene claro. «Con mucha ilusión y sabiendo la responsabilidad que conlleva defender esta camiseta. Gracias al club por la confianza y a todos vosotros por vuestro apoyo. No tengáis ninguna de que vamos a dejarnos todo por este escudo. ¡Matxo Llevant!», escribió el técnico.

La próxima semana se cumplirá un año del primer ascenso de Alessio, del Juvenil División de Honor, que finalmente ganó la liga, al filial tras la destitución de Luis García Tevenet. El objetivo no era nada sencillo. El Atlético Levante estaba inmerso en las posiciones de descenso y en un año especial, con reorganización de las categorías, podía suponer pasar de la tercera categoría del fútbol español a la quinta. El primer objetivo de Alessio se logró y fue el de la ‘permanencia’, algo que daba acceso a pelear por subir a 1ª RFEF en esa última fase. No se logró la salvación pero al menos se frenó el golpe y el Atlético Levante se quedó en 2ª RFEF. Antes de eso había ganado títulos con el Alevín, Infantil y Juvenil de liga nacional.

El reto de hecho no estará tanto en lo táctico sino en lo anímico y la gestión de vestuario. El italiano es un entrenador de carácter y lo ha demostrado. Sin embargo, la plantilla granota necesita sí o sí cambiar la actitud con respecto a lo visto en las primeras 16 jornadas ligueras. El primer paso contra Osasuna tuvo dos partes muy distintas. En el arranque el equipo se mostró con más intención ofensiva pero en el segundo tiempo faltó más ambición y algo de carácter por parte de varios futbolistas. La visita a Cornellà será de esta manera clave para salir de nuevo de la dinámica.

La próxima ventana de fichajes puede resultar fundamental. Sin director deportivo todavía tras la marcha de Manolo Salvador, David Navarro y Manu Fajardo, el Levante UD tiene además que vender por más de 10 millones de euros y ajustarse a las exigencias de LaLiga.