El Barcelona confirmó ayer en Múnich que ahora mismo pertenece a la segunda división del fútbol europeo y jugará la Liga Europa tras caer goleado de nuevo ante el Bayern (3-0), que volvió a atropellarle sin piedad en la noche que necesitaba un milagro.

El Barça necesitaba hacer lo que nunca había hecho antes para seguir vivo en la Liga de Campeones: ganar en un escenario como el Allianz Arena, ayer con las gradas vacías por la pandemia. Pero su rival, uno de los más en forma del viejo continente, volvió a darle otro durísimo baño de realidad. Tres goles de Muller y Sané en la primera mitad y Musiala en la segunda sentenciaron un encuentro que, sumada a la victoria del Benfica (2-0) ante el Dinamo de Kiev, condena a los de Xavi a jugar la Liga Europa.

Un gris Sevilla pierde en Austria

En esa misma competición proseguirá su andanza europea también un desdibujado Sevilla, que ayer cayó por 1-0 ante un vertiginoso Salzburgo y se despide de la Liga de Campeones. Los «toros rojos» se convierten en el primer equipo austríaco en llegar a los octavos de la máxima competición continental y gran parte del mérito es de sus dos delanteros. Karim Adeyemi y Noah Okafor, fueron asistente y autor del gol ayer ante un Sevilla plagado de bajas que fue una sombra del equipo fiable que suele ser y pagó su falta de pegada arriba y sus errores atrás.