El Valencia BC masculino dio ayer un nuevo paso hacia la vuelta a la normalidad con el regreso a los entrenamientos de todos los jugadores de la primera plantilla a excepción de Van Rossom y del aún lesionado Víctor Claver.

Tras varios días aislados por el brote de COVID, los jugadores se sometieron ayer a un nuevo test PCR, con resultado negativo para todos, por lo que pudieron volver a trabajar por la tarde en las instalaciones de La Fonteta y de L’Alqueria de manera individual, a la espera de que las autoridades sanitarias permitan la vuelta al trabajo en grupo por los protocolos.

Así, mientras unos hicieron trabajo de gimnasio, otros entrenaron en pista en distintos turnos y aprovechando las ventajas de contar con unas amplias instalaciones como las de l’Alqueria del Basket.

Y todo ello con la mente puesta en el partido del domingo ante el Río Breogán en La Fonteta a partir de las 20:00, ya que en el club son optimistas sobre el hecho de que no sea necesario aplazar un tercer partido consecutivo, después de haber pospuesto los dos anteriores, el de Liga Endesa ante el Obradoiro y el de la Eurocup, que se debía de jugar este miércoles contra el Bursaspor.

Van Rossom, sin embargo, deberá esperar unos días más para volver a trabajar, ya que fue el único jugador de la primera plantilla en dar positivo y, aunque confía en estar disponible para el partido del domingo, su presencia dependerá de cuándo pueda regresar a los entrenamientos y de su estado de forma tras más de una semana sin entrenar.