La crisis del incremento de los costes de producción que ha puesto en pie de guerra a la industria cerámica española, ha traspasado las fronteras y ha llegado a Italia. Y la situación es tan grave en el país vecino que el presidente de la Asociación de los Fabricantes Italianos de Máquinas y Equipos para Cerámica (Acimac), Paolo Mongardi, pide a las administraciones públicas que intervengan de manera inmediata para detener el aumento de sus costes.

«El fuerte estrés al que nuestro sector está siendo sometido no puede dejar de tener consecuencias. Por ello, solicitamos urgentes intervenciones a fin de evitar que el aumento desproporcionado de los costes de producción -causado por la situación global pero también por pulsiones especulativas- comprometa la recuperación y estabilidad de las empresas», asegura Paolo Mongardi, quien denuncia las dificultades que atraviesa el sector debido «al aumento de los costes de las materias primas, los componentes y la logística».

La reactivación a pleno rendimiento de las plantas industriales el pasado verano y la falta de suministros en almacenes desencadenó una reacción en cadena cuyos efectos se están pagando desde varios puntos de vista.

Ante todo, el precio de las materias primas -en primer lugar de los aceros- que se procesan y utilizan para producir las máquinas. A ello se suman los notables retrasos en la entrega de los componentes y sus aumentos de costes, además de los incrementos de los costes logísticos, que van desde los palets y las cajas hasta el aumento de las tarifas de los fletes marítimos por el efecto cuello de botella que está provocando consecuencias también sobre logística y precios del transporte terrestre.

«Si esta situación no cambia, muchas empresas de nuestro sector pueden llegar a cerrar al no ser rentables, desvaneciéndose así la reactivación pospandémica, con consecuencias para toda la cadena de suministro de nuestro sector», advierte Mongardi.