Tal como se esperaba y con sólo ocho votos en blanco, por 55 a favor, José Vicente Morata se convirtió ayer en el nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Valencia. Tras las votaciones -que incluyeron al comité ejecutivo, de clara continuidad con el que lideró hasta ayer Arturo Virosque-, Morata hizo una breve intervención ante el pleno en la que lanzó un mensaje de cambio ("adaptativo", lo denominó) imprescindible en esta durísima crisis: "No creo posible afrontar los cambios necesarios para salir de la situación actual con los paradigmas de otras épocas". Es más, "las fórmulas de gestión de éxitos pasados no son de aplicación en lo que acontece hoy y se prevé para el futuro inmediato". Los "valores y convenciones" de otros períodos "hoy sólo quedan como meros prejuicios". En su opinión, "es incompatible el progreso" y la salida a la crisis "manteniendo las mismas normas, hábitos y relaciones propias de un contexto socio-económico anterior". Morata considera que "hemos de poner en revisión y adoptar nuevos procedimientos, modelos de relación y conocimiento", además de definir "de nuevo la misión de nuestras empresas y organizaciones". No obstante, alertó de que "en este camino vamos a encontrar resistentes": "Los que gozan de la ventaja en la crisis van a intentar combatir los nuevos propósitos". "Alterar la zona de confort de nuestras empresas y organizaciones siempre va a encontrar resistencias en el statu quo", añadió.

Por otro lado, Morata, en un acto presidido por el conseller Vicente Rambla, propuso impulsar un plan de acción cameral coordinado con el resto de organizaciones sociales y con la administración que tenga como "divisa" la lealtad institucional y cuyos ejes fundamentales sean apostar por la exportación y la internacionalización, adaptar la formación a los recursos humanos y "priorizar en la transmisión del conocimiento y la innovación al sistema productivo".