El Sistema Institucional de Protección (SIP) acordado la pasada semana entre Caja Madrid, Bancaja y otras cinco entidades menores parece que todavía no se ha cerrado completamente. Según fuentes cercanas a la operación, la entidad madrileña que dirige Rodrigo Rato podría estar negociando con otras entidades, al margen de la caja presidida por José Luis Olivas y los demás socios de la fusión fría, aunque no concretaron si en aras de ampliar la entente o para establecer otro tipo de alianzas. Aun así, estos movimientos se estarían haciendo sin que la caja valenciana estuviera al tanto.

Paralelamente a estas supuestas negociaciones, hoy se reúnen las consejos de administración de la SIP, Caja madrid, Bancaja, Caja Segovia, caja Ávila, Caja Rioja, la Caixa Laietana y la Caja Insular de Ahorros de Canarias, para aprobar el protocolo, aunque el proyecto puede sufrir cambios ya que la entrada de la caja dirigida por Olivas podría haber diluido la presencia de alguna de las entidades menores. De la misma manera, el 42% que de momento ostenta la caja valenciana en la 'fusión fría' se verá seguro reducido tras esta reunión, puesto que las otras firmas aportan aproximadamente un 10%, que variaría el equilibrio.

Por otra parte, fuentes cercanas a las negociaciones aseguraron que el Banco de Valencia, que tiene un 38,33% de Bancaja, mantendrá su estatus jurídico y de negocio y no será la sociedad mediante la que se instrumentará el SIP. Seguramente se proceda a crear una entidad bancaria nueva aunque no está claro ni su nombre ni su sede. Fuentes del sector indicaron a Europa Press que "las premisas han cambiado", ya que el proyecto inicial que se presentó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no contemplaba la incorporación de Bancaja.

Por esta razón, las entidades implicadas podrían verse obligadas a renegociar las condiciones del protocolo, en el que se fijarán todas las características y aspectos de la integración y la participación de cada una de las entidades. Incluso, indican estas mismas fuentes, no puede descartarse que alguna entidad se descuelgue del proyecto.

No obstante, confiaron en que el SIP "saldrá adelante", aunque es "un proceso vivo y no hay nada pactado definitivamente". Asimismo, subrayaron que en este tipo de operaciones "no se pacta el menudeo, sino las voluntades de continuar", por lo que confiaron en que, si alguna entidad presenta objeciones, se encontrará la vía de alcanzar un acuerdo. Este nuevo pacto podría perfilarse durante la creación del SIP y antes de que las asambleas de las cajas den el visto bueno a la integración.

Si los consejos de las siete entidades aprueban el protocolo hoy, será enviado al momento al Banco de España, un día antes de que expire el plazo para solicitar la ayuda del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). El SIP necesitará una inyección de 4.500 millones de euros, cifra similar al máximo que pueden pedir (el 2% de los activos ponderados por riesgo).

La sede del nuevo grupo estará compartida, ya que la social se fijará en Valencia y la operativa en Madrid. Bancaja mantendrá su marca en la Comunidad Valenciana y Baleares, integrando así todas las oficinas de Caja Madrid en dichos territorios.

Caja Madrid, por su parte, mantendrá su presencia como tal en la Comunidad de Madrid y Castilla La Mancha, integrando así toda las oficinas de Bancaja en dichos territorios. En el resto de territorio se operará bajo una o unas nuevas marcas. El nuevo grupo será presidido por Rodrigo Rato, mientras que José Luis Olivas será vicepresidente, con responsabilidades sobre las áreas de participadas y auditoría interna.