La bolsa española ha conseguido hoy la cuarta mayor subida del año, el 4,41 por ciento, y ha recuperado el nivel de 7.000 puntos, perdido hace un mes, en una jornada marcada por la interrupción de la negociación bursátil durante unas horas y por la continuación de la mejoría del mercado de deuda.

Con la prima de riesgo en 534 puntos básicos, el Ibex 35, avanzó 297,90 puntos, el 4,41 por ciento, hasta 7.053,60 puntos, con lo que regresa a niveles perdidos el pasado 4 de julio. La caída anual queda en el 17,66 por ciento.

En Europa, con el euro en 1,242 dólares, Milán avanzó el 1,54 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 1,13 por ciento; París, el 0,81 por ciento; Fráncfort, el 0,77 por ciento, y Londres, el 0,37 por ciento.

La bolsa española empezó la jornada con cierta indefinición, al igual que las plazas europeas, aunque rápidamente surgían las compras y rebasaba el nivel de 6.800 puntos con una subida superior al 1 por ciento.

Al igual que el viernes pasado, el favorable comportamiento del mercado de deuda por las compras de bonos a corto plazo en previsión de que España solicite ayuda al fondo de rescate europeo volvía a estimular al parqué nacional.

Continuaba descendiendo notablemente la rentabilidad de los bonos a medio plazo (la deuda a dos años pasaba en esta jornada del 3,96 al 3,5 por ciento; a tres años del 5,01 al 4,52 por ciento, y a cinco años del 5,85 al 5,42 por ciento).

Sin embargo, la bolsa española, por problemas técnicos, dejaba de funcionar con regularidad durante casi cinco horas, de 10 a 15. Mientras tanto, las plazas europeas subían con moderación.

Cuando volvió a abrir el mercado nacional, con una subida cercana al 2 por ciento después de más de tres horas de subasta, se conoció el apoyo del gobierno alemán a que el Banco Central Europeo (BCE) vuelva a comprar deuda soberana europea, siembre que lo soliciten los estados miembros.

Wall Street comenzaba la sesión con subidas y el mercado español iba incrementando sus subidas por el empuje de los grandes valores. El BCE anunció que no había comprado deuda soberana la semana pasada.

Poco antes del cierre, la bolsa española recuperaba el nivel de 7.000 puntos, que había abandonado a comienzos de julio y, con el apoyo de los grandes valores, conseguía al cierre la cuarta mayor subida del ejercicio.

Todos los grandes valores subieron: Repsol volvió a liderar las subidas del Ibex con un avance del 9,27 por ciento mientras el petróleo Brent se cambiaba a más de 109 dólares por barril, en tanto que Iberdrola, el tercer mayor ascenso del Ibex, ganó el 8,04 por ciento.

Telefónica recuperó el 4,81 por ciento; BBVA, el 4,51 por ciento; Banco Santander, el 4,01 por ciento, e Inditex, el 3,82 por ciento.

Sólo tres compañías del Ibex concluyeron con pérdidas: Caixabank, el 3,29 por ciento al empezar a cotizar las acciones de la ampliación para adquirir Banca Cívica, en tanto que Técnicas Reunidas cayó el 2,41 por ciento y Grifols, el 0,58 por ciento.

En el mercado continuo, después de los derechos de Prisa, que subieron el 19 por ciento, se situó Meliá Hoteles, con un alza del 11,43 por ciento, en tanto que Ynipsa lideró las pérdidas con una caída del 9,19 por ciento.

El efectivo negociado en el mercado continuo ascendió a 1.743 millones de euros, de los que cerca de 350 correspondieron a operaciones efectuadas por inversores institucionales.

La prima de riesgo continúa a la baja y cae a 534 puntos

La prima de riesgo española -que mide el diferencial entre la rentabilidad del bono alemán y el nacional- continúa con la tendencia bajista iniciada el viernes y ha caído hasta los 534 puntos básicos al cierre de hoy.

La rentabilidad del bono español a diez años se ha relajado hasta el 6,74 %, desde el 6,85 % previo, animado por la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) tome medidas de alivio para la deuda, a lo que se unía la baja negociación propia de agosto.

Con el euro en 1,24 dólares, el bono alemán a diez años cotizaba en el mercado secundario en el 1,4 % al cierre de la sesión, por debajo del 1,42 % del viernes.

La prima de riesgo se ha reducido hoy en 9 puntos básicos y continúa con la tendencia bajista iniciada el viernes después de que los inversores dieran una lectura positiva al hecho de que el presidente del BCE, Mario Draghi, dejara la puerta abierta a nuevas intervenciones en el mercado de deuda soberana.

Draghi advirtió en su comparecencia que para que esas ayudas se hicieran efectivas sería necesaria la solicitud expresa por parte de los países, lo que ha puesto los ojos del mercado en España e Italia.

Algunos analistas, como los de Renta 4 o Self Bank, aseguran que los inversores ya dan por hecho que España va a pedir algún tipo de ayuda, aunque desde el Gobierno insisten en que esa decisión no está tomada y que permanecen a la espera de conocer los detalles.

También subrayan que el Tesoro Público ya tiene cubierta el 72,2 % de la previsión de emisión bruta de deuda a largo plazo para todo el ejercicio, a lo que se añade que no habrá subastas hasta el próximo 21 de agosto.

En Europa, el primer ministro italiano, Mario Monti, ha reclamado más "margen de maniobra" y "apoyo moral" por parte de Alemania para que las reformas que aplican los países más afectados por la crisis puedan tener éxito.

Por su parte, un portavoz del gobierno alemán ha expresado hoy su respaldo a la decisión del BCE de volver a comprar deuda soberana, aunque ha recordado que esta medida precisa de una solicitud previa y que eso es competencia de cada país.

A todo esto hay que añadir que agosto es un mes con un poco volumen de negociación, lo que facilita que se produzcan grandes altibajos en los indicadores con operaciones relativamente pequeñas.

La prima de riesgo italiana ha caído hoy hasta los 461 puntos básicos y se mantiene por debajo de la irlandesa (470 unidades), mientras la portuguesa se ha reducido hasta los 908 puntos y la griega, hasta los 2.368.

Los seguros de impago de deuda ("credit default swap" o CDS), relativos a los bonos a diez años de España para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares se cambiaban al cierre de hoy a 490.140 dólares anuales. Los CDS se sitúan así como los sextos más caros del mundo, por detrás de Argentina, Venezuela, Ucrania, Portugal y Líbano.