El Tesoro italiano colocó hoy el máximo de 8.000 millones de euros en bonos a un año a un interés del 2,767 %, ligeramente superior al que ofreció en la anterior emisión comparable, que fue un 2,697 %, según informó el Banco de Italia.

La demanda superó la oferta y se situó en 13.545 millones de euros, con un ratio de cobertura de 1,69 veces, lo que supone un aumento frente a la subasta del pasado mes cuando fue de 1,55 veces.

Los analistas resaltaron que, pese a la ligera subida, los tipos de interés se mantuvieron estables frente a la emisión de julio, y la significativa rebaja del rendimiento exigido frente a la subasta de mediados de junio, cuando alcanzó el 3,972 %.

Asimismo, consideraron buena la respuesta de los inversores con una demanda que superó las expectativas.

Se trata de la primera cita que Italia afronta en los mercados de la deuda desde que el pasado 6 de agosto el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, abrió la puerta a la esperada compra de deuda soberana, aunque dejó claro que la entidad monetaria solo lo hará si un país con dificultades de financiación solicita ayuda a los fondos de rescate.

La de hoy es además la única subasta que deberá afrontar el país transalpino en este período de mediados de agosto, ya que el Ministerio de Economía italiano decidió no celebrar la emisión de deuda a medio plazo prevista para mañana.

Tras la subasta de hoy la prima de riesgo italiana, que mide el diferencial entre el bono italiano a diez años y su homólogo alemán, se relajó hasta los 445 puntos básicos, frente a los 450 con los que había iniciado la sesión.