Los precios de la tierra para cultivos acentúan el retroceso iniciado en 2008 como consecuencia del pinchazo de la burbuja inmobiliaria y de la crisis económica. En esa situación destaca el comportamiento de los valores de las superficies citrícolas (incluye naranjas, mandarinas y limones), que anotaron un desplome del 11,4 % en 2011, respecto a 2010, al pasar a valer una media de 46.048 euros por hectárea, es decir un precio que representa la mitad que al inicio de la crisis (2007) y se sitúa ya en niveles de finales de la década de los noventa, según constata la Encuesta de Precios de la Tierra 2011, que acaba de publicar el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

El precio medio del naranjo de regadío en la Comunitat Valenciana (45.533 euros/ha) continúa rompiendo la tendencia de años anteriores al boom del ladrillo y se aproxima al pagado en otras autonomías naranjeras como Murcia (40.661 euros/ha), aunque todavía se mantiene muy por encima de los valores que marca Andalucía (31.600 euros). Las grandes explotaciones citrícolas de esta última región contrastan con la estructura minifundista que domina el campo valenciano y explica, por tanto esa, diferencia de valor que todavía figura entre ambas áreas naranjeras en los últimos años.

La superficie citrícola no es la única que pierde valor a marchas forzadas, pues también caen las del arroz (-3,8 %), frutales de hueso (una media del -3,1 %), viñedo (-5 %) y olivar (-2,4 %). Sin duda, la agricultura mediterránea es la más castigada con los mayores descensos de precios. En el conjunto de España cayeron un 2,4 % en 2011 en términos interanuales. Sin embargo, los valores de las tierras ocupadas por aprovechamientos (prados y pastos) se revalorizaron un 5,4 % a lo largo del último ejercicio.

Según explica el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente la revalorización de los aprovechamientos tiene que ver con el fuerte ascenso de los prados naturales en régimen de secano (+15,8 %). Dentro de este grupo, según la administración central, los pastizales se deprecian un 1,6 %, aunque sin apenas incidencia en la variación general del grupo. El conjunto de tierras de secano gana un 0,4 % respecto a 2010, pero no compensa la pérdida de valor de las tierras de regadío (-5,1 %), que marca realmente el comportamiento general de los precios.

Por autonomías

La Comunitat Valenciana registró unos precios medios por hectárea de 22.974 euros, es decir un 9,8 % menos que un año antes. Esta pérdida porcentual es la mayor de España y supone 2.493 euros menos en términos interanuales. Esta pérdida de valor, unido al desplome de los resultados de explotación -buena parte en pérdidas- ha llevado al abandono de miles de hectáreas de cultivos hortofrutícolas en la Comunitat Valenciana. El abandono progresivo de tierras de cultivo en la autonomía destinadas a cítricos volvió a repetirse durante 2010 dada la escasa rentabilidad de las explotaciones agrarias, motivado sobre todo por la pérdida de ingresos y el alza de los costes de explotación. Según Agricultura, la autonomía registró en el último censo citrícola un total de 178.361 hectáreas, lo que supone un recorte del 3,18 % respecto a 2009.

El área citrícola abandonada se elevó a 13.953 ha en 2010, el doble que un año antes. Sin duda, la crisis determina un claro punto de inflexión y desde entonces la tierra destinada a cultivar naranjos no ha dejado de disminuir a pesar del crecimiento generado durante el arranque de la anterior década.