El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, indicó ayer que le parecen «fatal» los viajes a Cuba pagados a su antecesor José Luis Olivas, ya que cuestiones como esa restan credibilidad de los ciudadanos hacia las instituciones. «A mí me parece fatal. Desde luego, eso son las cosas que quitan la credibilidad de los ciudadanos hacia las instituciones, hacia las administraciones y hacia los que tenían la responsabilidad de hacer las cosas mejor», manifestó. Para Fabra, es necesario que haya «una investigación clara, y que todas aquellas cuestiones que hayan supuesto una mala utilización de los recursos públicos o recursos de los ciudadanos pues al final se las vean con la justicia y que paguen todos».

El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, se mostró ayer convencido de que los supuestos «pelotazos» de empresarios con Bancaja y el Banco de Valencia son el «último ejemplo» y el «último eslabón» que pone de manifiesto que el PP y Olivas utilizaron esa entidad «como si fuese su cortijo».

El portavoz del PP, Rafael Hernando, por su parte, replicó que «todas estas actividades se desarrollaron mientras había un gobierno socialista, con una CNMV y un Banco de España que miraba para otro lado».

Tras calificar esas prácticas de «deplorables», sostuvo que «cada palo aguante su vela».

Para el portavoz de la Izquierda Plural, José Luis Centella, el caso evidencia que «en todos los escándalos de corrupción que están surgiendo el PP es cómplice por activa o por pasiva», mientras que su adjunto, Joan Coscubiela (ICV), ha dicho que «si se confirman los hechos, eso ya no es connivencia sino concubinato». UPyD, que ha presentado veintiséis querellas relacionadas con las cajas, señaló que lo que hay detrás de estas entidades es «la historia de una abyección y de una suciedad impresionante», según su portavoz adjunto, Carlos Martínez Gorriarán.

e.p. madrid/valencia