El Sabadell ha abierto por completo la espita del crédito y, por el momento, no ve ningún motivo para volver a cerrarla, a pesar de las advertencias que esta misma semana realizaba el presidente del BBVA, Francisco González, frente a lo que considera el inicio «de una expansión indebida» del volumen de préstamos y una relajación de los criterios de riesgo. Por el contrario, el consejero delegado del grupo catalán, Jaume Guardiola, dejó claro ayer durante la presentación de resultados de la entidad que, en su opinión, el crédito todavía no está creciendo al mismo ritmo que lo hace la economía y que aún queda mucho trecho por recorrer antes de volver a hablar de burbujas.
Así, el balance del primer trimestre de la entidad refleja un notable aumento de las nuevas operaciones, que en el caso de la Comunitat se elevaron un 17,7% sobre las cifras del mismo periodo de 2014, con un total de 1.298 millones de euros concedidos. Aunque el grueso de este dinero fue a parar a las empresas (1.150 millones de euros, un 16,3% más), el mayor incremento porcentual se produce en los préstamos a particulares, que crecieron un 29,9%, hasta los 148 millones.
Es el resultado de la reactivación del sector inmobiliario, que ha provocado que las nuevas hipotecas se tripliquen -aunque aún no sean suficientes para compensar las que se amortizan-, y del aumento del consumo de las familias, que se traduce en un mayor número de préstamos personales para financiar compras. Por lo que respecta a los préstamos para la adquisición de vivienda, durante el primer trimestre se formalizaron hasta 1.270 hipotecas en la denominada territorial SabadellCAM.
El banco, además, también continuó con su política de captación de nuevos clientes, que le llevó a fichar a 23.410 nuevos usuarios de sus servicios en la autonomía. Sobre este asunto, Guardiola reconoció ayer que lo han tenido difícil ante el mal sabor de boca que provocó el hundimiento de la CAM y los escándalos de sus anteriores gestores, y señaló que en la entidad «viven obsesionados por tratar de recuperar la confianza» de los clientes que acabaron molestos por lo ocurrido en la caja.
Por lo que respecta a los resultados trimestrales del grupo, el Sabadell sorprendió ayer a los mercados al anunciar un aumento del 115% de sus beneficios, hasta los 174,6 millones, muy por encima de las previsiones de los analistas. Un incremento de las ganancias que fue posible gracias a la mejora del margen de interés -los nuevos préstamos son más rentables que los que tenía en cartera- y a una reducción de la morosidad, que ha permitido al banco realizar menos provisiones que en los años precedentes. Así, el grupo catalán ha reducido en más de mil millones su volumen de activos dudosos, lo que ha dejado su tasa de morosidad en el 11,68%, más de dos puntos por debajo de la que reflejaban los balances de hace un año. Esto también ha permitido compensar los menores ingresos obtenidos por el banco con la compra vente de deuda pública, que durante los años de la crisis le ha permitió mejorar notablemente sus cuentas.
En cuanto a la venta de activos adjudicados, la inmobiliaria del grupo, Solvia, logró colocar 3.123 inmuebles, una cifra ligeramente inferior a la de 2014, aunque la entidad ya señaló que este su prioridad en este terreno a partir de ahora era la rentabilidad por encima del volumen. No en vano, el negocio inmobiliario aun supone pérdidas de 150 millones trimestrales para la entidad.
