El conseller de Economía Sostenible, Rafael Climent, y su correligionario de Compromis, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, se han convocado hoy a una reunión en el consistorio de la capital que debe servir para empezar a clarificar el futuro de Feria Valencia, puesto en cuestión tras la pérdida de la Generalitat por el PP, con el que los gestores de la institución habían pactado un modelo que partía la entidad en dos: una empresa pública que asumiría la multimillonaria deuda y el patrimonio y una privada que se quedaría con la gestión. Fuentes de la administración autonómica consultadas ayer por este diario aseguraron que este diseño, en líneas generales, es admitido por la Generalitat, que ha asumido toda la deuda ferial, y por el ayuntamiento, propietario de los terrenos y la concesión. El encuentro entre Climent y Ribó, según esas fuentes, debería ratificar hoy ese camino.
El problema se encuentra en la gestora. Los nuevos responsables de la Generalitat, con Climent a la cabeza, entienden que el sector público debe tener un papel «preponderante» en esa firma, de tal manera que se beneficie del negocio que genere la nueva institución con la vista puesta en disminuir la carga de la deuda, cifrada en unos mil millones. El modelo pactado con el Consell de Alberto Fabra por el presidente de Feria Valencia, José Vicente González, preveía que esa gestora abonara un canon anual a la patrimonial y que estuviera controlada por un operador del sector que aportara negocio suplementario que compensara la pérdida del que tradicionalmente ha desarrollado la entidad.
El nuevo Consell del PSPV y Compromis, según las fuentes consultadas, entiende que la Generalitat, de manera especial por ser la que abona la deuda, debe participar del futuro beneficio que obtenga la gestora, se entiende que más allá de un canon anual. Sin embargo, las mismas fuentes admitieron que el objetivo inicial de que el sector público tenga la mayoría en la gestora no está decidido „tampoco, obviamente, qué participación tendria cada administración„ y que un pronunciamiento al respecto no se dará tras la reunión de hoy. Hay dos factores que pesan en el ánimo de Economía y el Ayuntamiento, que ya han mantenido reuniones a nivel técnico al respecto: por un lado está el temor a que si la administración supera el 51 % del capital en la gestora esta acabe por tener la consideración de sector público, con lo que se perdería uno de los objetivos de toda esta reforma, defendido también por el nuevo Consell: que Feria Valencia tenga la agilidad del sector privado a la hora de realizar contrataciones, en especial en todo lo relacionado con los certámenes que organiza. Por otro lado, si el sector público asume todo el control, los operadores interesados en este proyecto con los que ha contactado Feria Valencia podrían echarse atrás finalmente.
Ambos factores, entre otros, pesan en el ánimo de la conselleria de Economía, que, tras el encuentro de hoy con Ribó, prevé reunirse con los responsables de la institución ferial para tomar una decisión definitiva. Rafael Climent aseguró ayer que tendrá «las ideas claras»sobre el futuro de Feria Valencia en «unos 15 días», según informó Europa Press. Preguntado por los propósitos de la conselleria de cara a la entrada de capital privado en la institución, el responsable de Economía señaló que «la cuestión de patrimonio hay que analizarla de una forma y la de gestión de otra», porque «son dos cosas totalmente diferentes».
