La Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo elaborará una nueva Ley de Comercio Sostenible «que pondrá en valor el comercio urbano de proximidad», regulará los horarios comerciales y «modulará» la implantación de grandes superficies comerciales «en relación con el impacto que éstas provoquen sobre el territorio, el medio ambiente y el patrimonio». Lo anunció ayer en las Corts el conseller, Rafael Climent, durante su comparecencia para exponer las líneas de actuación de Economía para esta legislatura. En su estreno parlamentario, el tono monocorde de Climent escondió un giro de 180º en las políticas del PP. En concreto, denunció que la liberalización de horarios comerciales ha sido «muy nociva para los pequeños comercios y muy negativa en términos de precarización de las condiciones de trabajo».

Y añadió que convocarán el Observatorio del Comercio para consensuar esta cuestión «respetando la conciliación familiar y los derechos de los trabajadores». Su apuesta la dejó clara, el comercio de proximidad, profesionalizado, que «contribuye al mantenimiento de los centros urbanos».

En empleo, anunció la creación de un Plan de Choque Global de Empleo Juvenil. En este punto, denunció que el Consell de Fabra se fue en junio sin haber hecho «ninguna acción» durante 2015 para aplicar el «plan estrella» del PP, el Programa de Garantía Juvenil por el que se ofrecía empleo o formación a los jóvenes. Censuró la «paralización» de las políticas de empleo, con una ejecución del Servef, hasta junio, del 36 %, el 24,2 % en el área de subvenciones.

Receta la fórmula «coopetir»

De hecho, el titular de Economía arrancó criticando la situación «desoladora» que deja el PP, con una economía y un país «en ruinas, un no-país», ante lo que apuesta por un nuevo modelo económico y productivo «con rostro humano, con cara y ojos de persona» en el que se compita desde la cooperación. Una idea para la que acuñó el concepto de «coopetir». Climent avanzó que recuperará la presencia exterior «mediante el rediseño de la red de apoyo de 35 delegaciones en todo el mundo». Recriminó el «desmantelamiento» que el Consell del PP impuso al reducir las 28 oficinas propias a solo 9.

«Cargarse 8.000 empleo»

Le replicó la coordinadora general del PPCV, Eva Ortiz, quien lo acusó de crear «una guerra que no existe» entre el pequeño y gran comercio. Asimismo, le reprochó que estén dispuestos a «cargarse» proyectos como Ikea en Alicante o Puerto Mediterráneo en Paterna, que crearían 8.000 puestos de trabajo.