Fomento Urbano de Castelló (Fucsa) se ha hecho finalmente con el 97,33 % de Aguas de Valencia por 70 millones de euros. La compañía de la familia Calabuig ha hecho efectivo este miércoles el acuerdo cerrado en 2014 con la multinacional francesa Suez para adquirir su paquete de acciones del 33 %.

El traspaso se realiza un año antes de lo previsto, ya que el pacto estipulaba que se realizaría en 2017. De esta manera, la práctica totalidad de la concesionaria está ya en manos valencianas. Cabe recordar que en julio de 2014 se cerró la compra de la participación que Caixabank heredó del Banco de Valencia.

El precio de compra es similar al que los Calabuig desembolsaron por el 30 % que estaba en manos de Caixabank después de que un laudo arbitral diese la razón a la familia de Castelló y reconociese su derecho a disponer de una opción de compra sobre el paquete que la entidad catalana heredó cuando absorbió el Banco de Valencia.

El traspaso de títulos cierra más de una década de enfrentamientos por el control de la empresa concesionaria. La intención de los Calabuig, con Eugenio Calabuig a la cabeza, es dar ahora entrada a nuevos inversores valencianos de confianza, pero siempre manteniendo el control sobre la compañía.

La operación no está vinculada a la demandas presentada por Aguas de Valencia contra Aguas de Barcelona por el contrato de la Ciudad Condal ni por la negociación que Caixabank, de la que es accionista de referencia Suez, tiene con Avanqua para instalar un CaixaFórum en el Ágora de la Ciudad y las Artes y las Ciencias.