La alegría ha vuelto a la feria Urbe de Valencia gracias al aumento de expositores y de público no profesional, según informó ayer a este diario su presidente Juan Valero. El certamen del sector inmobiliario, que atravesó las mismas dificultades de una actividad señalada como el motor de la crisis tras su descontrolada expansión en los años de la bonanza, ha registrado este año un incremento del 150 % en el número de empresas que exponen sus productos en el recinto ferial valenciano. En un año ha pasado de 10 a 24 expositores. Además, como apunta Valero, ayer, en su día inaugural „cierra el domingo„ «hemos observado que había bastante público interesándose, cuando otros años el viernes solo nos veíamos las caras los profesionales del sector».

«Hay otro talante en el público y más alegría en la demanda», añade Valero, quien afirma que «otros años los visitantes buscaban sobre todo chollos, mientras que ahora hemos comprobado que están interesados en productos de más alta gama». De hecho, este año expone por primera vez la firma especializada en inmuebles de lujo Engel & Völkers. La consecuencia es que, «a posteriori, se van a cerrar más operaciones».

Por el lado de la oferta también están cambiando las cosas paulatinamente, si bien «los precios siguen bajos, porque tienen como referencia los del stock, aunque ya hemos tocado suelo», afirma Valero. El presidente de Urbe añade que, «con mucha precaución, se están haciendo promociones, si bien antes de empezar se testa el mercado y la obra solo se pone en marcha si hay preventas».

Stock Valencia

Valero asegura que en la actualidad en Valencia ciudad hay poco stock de vivienda «y el que queda está en su mayoría fuera de mercado porque no tiene demanda, entre otros motivos porque se trata de inmuebles pequeños y la gente busca ahora pisos familiares». Así las cosas, las pocas promociones que se están realizando en la capital autonómica «han tenido un gran éxito de ventas». Es el caso de una promoción que se puso a la venta y en veinticuatro horas se habían colocado en el mercado las veinte viviendas. Otra de 24 en la avenida de Francia tardó solo dos meses en ser vendida.

El presidente de Urbe explica que este año el sector ha observado un mayor interés por parte de los potenciales compradores, principalmente porque «había mucha demanda embalsada». Y es que en los años de crisis, con los bancos intentando recomponer sus balances y el paro desbocado, «nadie se atrevía a comprar, mientras que ahora ya se ve esa alegría en el futuro cliente».