El Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunitat Valenciana incrementó el año pasado en 386.558 euros la deuda que tiene contraída con la Cámara de Comercio de València, según las cuentas de esta última correspondientes a 2017. La deuda alcanzó los 1,956 millones de euros al cierre de 2016 y aumentó a 2,342 millones justo doce meses más tarde. El presidente de ambas corporaciones, José Vicente Morata, explicó ayer a este diario que la deuda «vieja se va reduciendo», pero al mismo tiempo aumenta el endeudamiento en el año por los convenios desarrollados por la entidad provincial que ya ha pagado y que las administraciones públicas aún no le han abonado a través del Consejo y de Cámara España. Se trata de una situación enquistada, dado que la deuda «vieja» tiene su origen básico en el mismo motivo. Como explica la auditoría de las cuentas de 2017 del Consejo, publicada ayer, el fin de las cuotas obligatorias y el retraso en los pagos públicos, mantuvieron a este organismo integrado por las cinco cámaras valencianas en situación de quiebra técnica en 2017, tal como adelantó este diario el pasado febrero.

En efecto, la mencionada entidad finalizó el pasado ejercicio con un patrimonio neto de 44.501 euros. La situación ha mejorado respecto a 2016, cuando este dato era negativo en 78.024 euros. Morata, que afirmó que las cuentas fueron remitidas el lunes pasado a la Conselleria de Economía, aseguró que el Consejo baraja volver a una situación patrimonial positiva al cierre de este 2018. El pronóstico se apoya en que 2017 lo terminó con un beneficio de 39.538 euros.

Por otro lado, la Cámara de València ha publicado también las remuneraciones de sus altos ejecutivos. El presidente mantiene un sueldo de 51.169 euros, mientras que la secretaria general, Ana Encabo, y el director gerente, Jorge Linares, lo elevaron en 2017 un 2 %, hasta 101.438 y 81.749 en cada caso.