Los inversores pueden estar subestimando los crecientes riesgos financieros que las «peligrosas corrientes de fondo» de las tensiones comerciales y la normalización monetaria en Estados Unidos están gestando, alertó ayer el FMI. «En algunas economías avanzadas, algunos inversores se han vuelto demasiado confiados y puede que incluso posiblemente complacientes», afirmó Tobias Adrian, director del Departamento Monetario del Fondo Monetario Internacional (FMI), al presentar el informe de «Estabilidad Financiera Global» en la isla de Bali. Tras años de expansivas políticas monetarias, el reporte del organismo hizo hincapié en los riesgos de que se produzca «un abrupto ajuste en las condiciones financieras».

«A corto plazo, los riesgos para la estabilidad financiera global se han incrementado un poco» respecto a abril, fecha del anterior análisis realizado, apuntó Adrian. La Reserva Federal (Fed) en EE UU ha elevado ya en tres ocasiones en lo que va de año los tipos de interés, hasta el rango actual de entre el 2 % y el 2,25 %, un nivel que no se veía desde antes del estallido de la crisis financiera de 2008. A las tensiones comerciales entre EE UU y China, Adrian agregó la posibilidad de una súbita salida de capital de los mercados emergentes por un auge en la incertidumbre política y atraído por la retirada del estímulo monetario en los avanzados.

Banca europea

Por otro lado, el informe pone de manifiesto que la negativa evolución de la cotización bursátil de la banca de la zona euro, así como la de las entidades de otras regiones como China, Japón y el Reino Unido, que ha llevado su valor agregado a niveles inferiores al contabilizado en los libros, representa un elemento de preocupación, ya que podría suponer que algunas entidades financieras no alcanzaran el mínimo de capital previsto en Basilea III.

La directora gerente del Fondo, Christine Lagarde, urgió ayer a los países a colaborar «para arreglar el sistema comercial actual», en lugar de «destruirlo» en medio de las crecientes tensiones desencadenadas por el agresivo proteccionismo de los Estados Unidos de Trump.