Los promotores denunciaron ayer los problemas que están generando los retrasos en la concesión de licencias de obra en toda la Comunitat Valenciana y que en algunos casos llegan a los dieciocho meses. Antonio Olmedo, presidente de la Federación de Empresas Promotoras y Agentes Urbanizadores de la Comunidad Valenciana (Feprova), advirtió de que en Valencia, Alicante y Castelló hay 10.000 viviendas paralizadas a la espera de la licencia de obra, lo que implica el bloqueo de 30.000 puestos de trabajo directos. «Es una barbaridad. No tener a tiempo las licencias de obra genera una gran inseguridad», lamentó Olmedo. El representante de los promotores realizó estas declaraciones en una mesa redonda organizada como anticipo de la feria inmobiliaria Urbe, que abre hoy sus puertas. En la mesa también intervinieron José Antonio Gómez, presidente de Vía Célere; Ignacio Pareja, director general de Momentum; Pablo Serra, director general de TM Grupo Inmobiliario; y Teresa Puchades, presidenta de Avanza Urbana.

Antonio Olmedo explicó que cada vivienda en construcción genera tres puestos de trabajo. Solo en la ciudad de València hay pedidas 3.000 viviendas, que están a la espera de que el Ayuntamiento conceda el permiso. Pablo Serra coincidió con Olmedo en que esta situación «es un escándalo. Hay miles de personas que podrían empezar a trabajar mañana, pero la Administración no quiere. Es un insulto a los ciudadanos. Los europeos que nos compran no pueden entender que no les podamos dar un plazo exacto de entrega de llaves».

Por otra parte, Teresa Puchades alertó del alza del precio de los suelos y lamentó que este año su empresa ha estudiado cien operaciones y no ha cometido ninguna compra porque los números no cuadraban.

Por su parte, el presidente de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), explicó que están promoviendo 6.446 viviendas nuevas. La entidad invierte 71 millones en la promoción de los inmuebles y otros 45 millones en el desarrollo de suelo.