Ford ha puesto en marcha los ajustes. Tras meses de especulaciones y varias reuniones con los sindicatos europeas, la multinacional comienza la reestructuración europea en el corazón del viejo continente: Alemania.

La factoría de Saarlouis, donde se fabrica el Ford Focus, va a ser la primera en sufrir el mazazo. La dirección de la compañía ya ha trasladado a los representantes de los trabajadores la intención de suprimir dos de sus modelos, el C-Max y el Grand C Max, y de prescindir de unos 1.600 trabajadores, según informan medios alemanes.

Todo se ha precipitado con la renovación de la cúpula de Ford Europa que lidera Steven Armstrong. La empresa cuenta con algo menos de 6.200 empleados en esta factoría. La dirección ha iniciado las negociaciones con el comité de empresa. La supresión de los dos modelos obviamente va a impactar en la fuerza de trabajo.

Los planes de la compañía pasarían, además de por la supresión de uno de los turnos de producción (1.600 empleos), por la no renovación de 500 temporales y la amortización de los puestos de trabajo de 400 empleados que se jubilarán próximamente, según las mismas fuentes. Saarlouis era una de las factorías señaladas como escenario de los ajustes. Recientemente la cadena de montaje tuvo serios problemas con el lanzamiento del nuevo Focus.

Las noticias que llegan de Alemania han hecho cundir más aún la preocupación entre los representantes de los trabajadores de la factoría de Almussafes. «Es una pésima noticia, mostramos nuestra solidaridad con los compañeros de Alemania», sostuvo Carlos Faubel, secretario general de UGT Ford. El comité de empresa está a la espera de una nueva reunión con la dirección europea entre final de año y principios de 2019.

Almussafes, precisamente, ha fabricado en el pasado reciente los dos modelos que se van a extinguir el próximo año. La revolución del mercado, con las preferencias de los conductores orientándose hacia los SUV y los crossovers, ha condenado a los monovolúmenes. En ese segmento de mercado, la factoría valenciana continúa fabricando la Galaxy y el S-Max; además produce el Kuga, Mondeo y las furgonetas comerciales Transit Connect y Tourneo.

Al margen del ajuste que se va a acometer en Saarlouis, dentro del plan también es conocido que la multinacional ha puesto en venta su fábrica de transmisiones de Burdeos (Francia), que emplea a unos 600 trabajadores.

Hasta ahí, las certezas. Poco se sabe del resto del alcance de una reestructuración en Europa para la que la firma habría preparado diez mil millones de euros.

EE UU exige beneficios del 6%

El pasado 9 de octubre, la dirección del óvalo azul dejó clara su posición ante los trabajadores. Habrá recortes de modelos y empleo. La firma se fija como objetivo un beneficio del 6%. Es el mínimo para mantener las inversiones en Europa. Dearborn, sede de la multinacional americana, «está perdiendo la paciencia» con las pérdidas en el viejo continente, donde emplea a 54.000 trabajadores en Colonia, Saarlouis (Alemania), Reino Unido, Turquía, Rumanía, Francia y España.

Almussafes, en este contexto, se aferra a su competitividad para afrontar con optimismo esta encrucijada. Dirección y comité de empresa cerraron a principios de este año un acuerdo laboral para tres años. Además, en menos de un año se lanzará la nueva versión del Kuga, una operación para la que la empresa comprometió 750 millones. La fábrica sigue siendo rentable. En 2017 cerró con más de 14.000 millones en ventas y un beneficio de más de 110 millones.