Con un año de retraso con respecto a España, la Comunitat Valenciana logró en 2018 recuperar el Producto Interior Bruto (PIB) por habitante que tenía antes de la crisis. La intensidad de la Gran Recesión en la autonomía fue de tal calibre que ha aumentado la distancia que la separa de la media nacional -es un 11,6 % más pobre- y el empleo sigue siendo un 10,1 % inferior al que había en 2008, según un informe de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) realizado en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).

La crisis golpeó con diferente crudeza a las distintas autonomías. Las dos más afectadas fueron Asturias y la Comunitat Valenciana, cuyo PIB real se contrajo un 13 %, según el citado documento. En el extremo opuesto se ubicó Madrid, con un descenso únicamente del 5 %. El regreso a la riqueza por habitante previo a la recesión no ha sido uniforme. Hay cuatro autonomías -Castilla y León, Cantabria, La Rioja y Asturias- que siguen teniendo un PIB inferior al de 2008 y dos más que acaban de superarlo pero por tan poco -una décima en el caso de Castilla-La Mancha y tres en el de la Comunitat Valenciana- que prácticamente no han avanzado nada. Por contra, Madrid tiene una riqueza por habitante 10,2 puntos superior a la de 2008.

Puestos de trabajo

La recuperación de esta magnitud no ha dado para generar los suficientes puestos de trabajo. Ninguna autonomía ha regresado a los niveles que tenía antes de la crisis, aunque Canarias, Madrid y las Islas Baleares se han quedado muy cerca de conseguirlo, con más del 98,5 %. La Comunitat Valenciana fue la autonomía que experimentó el más acusado impacto sobre el empleo. En 2013 era 20,5 puntos inferior al de 2008. En el tercer trimestre de 2018 había recuperado terreno pero seguía a 10,1 puntos del dato de hace diez años. La media española está en el 6,5 %.

Desde el punto de vista del bienestar material por habitante, la Comunitat Valenciana, que había perdido casi 13 % en 2013, ha recuperado en este 2018 los niveles previos a 2008, pero tan solo por medio punto. El documento asegura que la autonomía es en la actualidad, en términos del valor del PIB per cápita, un 11,6 % más pobre que España y se ubica en el sexto lugar por la cola del escalafón.

El informe de AVE apunta que, para reducir la brecha que separa a la Comunitat Valenciana del bienestar medio de España, es necesario aumentar la competitividad de la economía y, en consecuencia, de la productividad del trabajo, que es un 4,6 % inferior a la media, acortar la distancia respecto al conjunto nacional en factores como la I+D, el capital humano, la internacionalización de las empresas o las infraestructuras y que las administraciones públicas incentiven la inversión en las variables que afectan a la productividad, un apoyo solo posible «si se corrige» la infrafinanciación.