La rebaja fiscal aprobada por el Gobierno central para los citricultores de la Comunitat Valenciana afectados por las inclemencias meteorológicas de 2018 ha sido bienvenida por las organizaciones agrarias, aunque con matices.

La organización agraria liderada por Cristóbal Aguado critica la omisión de determinados cultivos como posibles beneficiarios de la reducción de los módulos, de tal manera que las producciones de caqui o de frutales de verano de algunas poblaciones valencianas se han visto excluidas de la rebaja, mientras que en otros términos municipales esos mismos cultivos sí podrán acogerse a las ventajas fiscales establecidas por el Gobierno.

Según la Unió de Llauradors, las reducciones fiscales, que sirven para la declaración de la renta de este año, «llegan muy tarde (un mes después de iniciarse el periodo de tramitación), son de nuevo totalmente incoherentes y crean agravios comparativos entre productores de nuestro territorio según su lugar de empadronamiento y cultivo». El secretario general de esta organización, Carles Peris, advierte que es un disparate que en el caso de los cítricos, se haga una reducción diferente para mandarina o para naranja. Por ejemplo Alcàntera de Xúquer tiene una reducción en mandarina -y no en naranja- de 0,13 y en Beneixida, Cárcer o Cotes que están al lado, de 0,05.

Sin bonificaciones para la uva

También se han quedado sin ayudas otros cultivos como el olivo o almendro en la mayor parte de zonas. Además, la rebaja fiscal del Gobierno «contiene olvidos imperdonables» en las reducciones fiscales , como es el caso de la uva de vinificación y en especial para la comarca de Utiel-Requena donde ningún término municipal tiene reducción para ningún cultivo a pesar de sufrir innumerables adversidades climatológicas.

Además, se quedan fuera la cereza en las principales zonas productoras salvo alguna localidad aislada; la mayor parte de hortalizas , así como el arroz o los sectores más importantes de la ganadería valenciana.