El comisario de Agricultura, Phil Hogan, en visita privada e invitado por el Partido Popular Europeo, estuvo ayer en València para conocer in situ las reivindicaciones del sector citrícola tras la desastrosa campaña de 2018-2019 tras los precios ruinosos y una gran parte de la cosecha sin recolectar. Hogan, político irlandés, escuchó las reivindicaciones de Intercitrus, entidad de la que forman parte empresas, cooperativas, industria y organizaciones agrarias y debería tener voz en Bruselas.

Junto al vicepresidente del Parlamento Europeo, Esteban González Pons, Hogan se comprometió en el «próximo» Consejo de Agricultura de la UE a pedir a los Estados que «armonicen sus legislaciones en materia de control fitosanitario de los puertos». Este asunto resulta clave para vigilar el cumplimiento de la sanidad vegetal en las importaciones de terceros países como Sudáfrica, cuyas empresas canalizan envíos naranjeros al viejo continente solo a través del puerto de Rotterdam, con controles más laxos y un servicio de vigilancia aduanero privado.

Ayudas de la Generalitat

GeneralitatHogan se mostró partidario de reorganizar «mejor» las ayudas agrarias por parte de los Estados y gobierno regionales. Según la eurodiputada el PP Esther Herranz sólo se han ejecutado un 30 % en el caso de la C. Valenciana en el período financiero 2014-2020. González Pons defendió que «si el Consell pide redistribuir los recursos por los daños a la citricultura, la Comisión lo verá con buenos ojos». Además, el comisario recalcó que la legislación de los controles fitosanitarios en los puertos «no está en manos de la Comisión» y que hará todo lo que pueda para evitar posible competencia desleal de países terceros como Sudáfrica, Egipto o Marruecos.

Respecto al alza de importaciones naranjeras de Sudáfrica tras el ventajoso acuerdo comercial suscrito por la UE en 2016, el Comisario de Agricultura instó al sector citrícola a «demostrar, con datos» que se han superado los umbrales pactados y que, en ese caso, se aplicarán «cláusulas de salvaguarda» para paralizar envíos masivos de cítricos del citado país, tal como ya se ha hecho el caso del arroz con Camboya y Birmania.

La consellera Elena Cebrián, Compromís y la Unió de Llauradors criticaron que Hogan no se reuniera con las autoridades autonómicas. Tildaron la visita de «electoralista». Según la Unió, «no se puede acusar de falta de pruebas si no se quieren ver».