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Jornada

Expertos vaticinan la pérdida de un 2% de visitantes este año por la desaceleración

Alertan de la caída del gasto medio por turista y plantean poner límites al crecimiento en volumen para primar la rentabilidad

Intervención de Vicente Boluda en la VI Jornada de Turismo de Benidorm

Intervención de Vicente Boluda en la VI Jornada de Turismo de Benidorm

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Intervención de Vicente Boluda en la VI Jornada de Turismo de Benidorm R. PAGÉS | benidorm

«En el conjunto de España tuvimos 14 millones de turistas prestados que ahora están regresando a sus destinos tradicionales. ¿Crecemos? Sí, pero lógicamente cada vez menos». Así lo afirmó ayer el vicepresidente de Exceltur, Jose Luis Zoreda. Y es que el periodo de desaceleración por el que atraviesa el sector turístico por el «Brexit» o la recuperación de destinos hasta hace unos años en conflicto, como Túnez, Turquía o Egipto, hará que la Costa Blanca pierda este año alrededor de un 2% de viajeros con respecto a los índices de crecimiento de años anteriores. Así lo constataron ayer distintos expertos en el transcurso de la VI Jornada de Turismo de Benidorm, organizada por las principales organizaciones empresariales de la Comunidad y que logró reunir en la ciudad a más de 400 empresarios y directivos de distintos ámbitos bajo el lema «Comprometidos con el Turismo».

La Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), en colaboración con la Asociación de Empresa Familiar de Alicante (Aefa), la Cámara de Comercio, la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV Alicante), la Escuela de Empresarios EDEM y la patronal turística Hosbec, fueron los anfitriones de un encuentro dirigido a poner en valor al sector turístico como el principal dinamizador de la economía: «Todos somos turismo», resumió el presidente de AVE, Vicente Boluda.

Pese a venir de cifras de máximos en los últimos años, los ponentes que participaron ayer en esta jornada coincidieron en lanzar un mensaje de alerta. El primero en hacerlo fue el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, quien destacó que el gasto por turista creció en 2018 un 2,5% y que en lo que va de año la cifra apenas ha alcanzado el 0,4%, lo que obliga a revisar la estimación de crecimiento para 2019, prevista ahora para un 1,6 en el conjunto del año cuando hasta hace dos se crecía a un ritmo del 6%. Todo ello va acompañado de otro dato muy a tener en cuenta: la caída de la estancia media de los turistas en destino ha pasado de 9,4 días a 7,2, un descenso del 20% que, a juicio de Zoreda, tiene otra consecuencia directa: «Para llenar el hueco que dejan se busca que lleguen más turistas y eso acaba provocando masificación y mayores costes operativos. No hay ningún récord cuando hablamos de que llegan más turistas, porque al fin y al cabo sólo se están equiparando los que hemos perdido con los que vienen nuevos».

Otro de los expertos que ratificó estas previsiones, que también tiene constatadas la patronal hotelera Hosbec, fue el presidente de Globalia, Juan José Hidalgo. El responsable del holding que agrupa algunas de las empresas turísticas más importantes del país, como la aerolínea Air Europa, el touroperador Travelplan, la red de agencias Halcón Viajes o la cadena de hoteles Be Live, lamentó que el empresariado «se ha volcado mucho en el volumen pero nos hemos olvidado de ver qué nos deja cada turista. Nuestros hoteles en Canarias han bajado en casi un 20% la rentabilidad en dos años, en Baleares también se ha notado mucho,... Aquí en Benidorm hay un turismo más estable, más fiel, con la tercera edad y la gente que repite año tras año, y puede ser que no se vaya a notar tanto, pero es un fenómeno global: Cuba, Santo Domingo o Cancún están bajando la ocupación y el precio muchísimo, y es algo que nos debe hacer reflexionar».

Presión sobre el destino

Zoreda también fue el primero en lanzar ayer una propuesta y un desafío. La propuesta, plantear límites al crecimiento en volumen en determinados destinos: «En algunas partes de España el turismo no debe crecer más, hay que dejar de obsesionarse con batir récords y centrarse en segmentar más la oferta para intentar rentabilizar al máximo» cada estancia.

¿Es la provincia de Alicante y el conjunto de la Comunitat una de esas zonas que deberían ya poner coto? El responsable de Exceltur consideró que quizás en algunos puntos, sí: «En la Comunitat Valenciana es donde hay y ha habido la mayor presión de construcción por metro cuadrado. La eclosión de la construcción en esta autonomía le ha hecho bajar enteros en temas de sostenibilidad, en temas ecológicos y en otra cuestión que preocupa muchísimo como son los pisos turísticos. Y no porque hay más competencia para los hoteles, sino por una cuestión de calado social: si yo fuera un ciudadano que viviera en La Barceloneta estaría harto del turismo porque en mi edificio entra y sale a todas horas gente, personas que no sé quiénes son, que baja el nivel de seguridad de mi barrio, que me está desapareciendo la panadería y la peluquería y sólo abren tiendas de souvenirs,... Tenemos que medir muy bien dónde está el límite para evitar que aflore ese sentimiento de rechazo al turista y saber identificar qué es lo que más nos interesa».

En esta cuestión, el director general de la fundación Turismo València, Antonio Bernabé, coincidió plenamente. «La presión del turismo va a seguir incrementándose y nuestra obligación es intentar que esa presión sobre el residente sea la menor posible para no generar esa turismofobia que ya está muy presente en ciudades como Barcelona, Venecia o Amsterdam». Por ello, Bernabé consideró que una de las asignaturas para las administraciones es «poder controlar ese boom de viviendas turísticas», algo sobre lo que, a su juicio, en la Comunitat Valenciana ya se han dado los primeros pasos: «Se ha tomado conciencia y se han tomado medidas que en los próximos años van a ser efectivas, como la obligación de estar dado de alta en un registro o la compatibilidad urbanística que deben conceder los ayuntamientos para poder ejercer la actividad».

¿Qué queremos?

Además de esos límites, los gestores turísticos también tienen que poner herramientas para afrontar lo que los expertos apuntaron ayer como el principal desafío para los destinos turísticos de nuestra Comunidad: la transformación del modelo de sol y playa clásico para adaptarse a las nuevas demandas de los clientes.

«El turismo urbano está en alza. Madrid, València o Barcelona van como un tiro. Sin embargo, Canarias no ha tenido su mejor temporada y hay riesgos sobre Baleares. ¿Quiere decir eso que el modelo de sol y playa está acabado?», se preguntó el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, para dar inmediatamente respuesta a este planteamiento: «Está cambiando el perfil del producto de lo que debería ser el modelo de sol y playa, hay que dar un enfoque distinto situando al turismo en el centro de todo, ofreciéndole experiencias complementarias y respondiendo a una pregunta clara: ¿Qué queremos ser, qué turista queremos tener?».

Tras las conclusiones de esta Jornada celebrada ayer en Benidorm, el sector tiene deberes hasta el próximo año.

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