Los peritos del Banco de España cedidos a la causa de la salida a Bolsa de Bankia aseguraron ayer que Bancaja contabilizó de forma irregular una «importante» operación en una de sus filiales, lo que le permitió cumplir con los requisitos de solvencia en 2010. Antonio Busquets y Víctor Sánchez Noguera explicaron que Bancaja «estaba en una situación de escasez de recursos propios», por lo que incumplió la normativa contable en dicha operación, la cual constituía «en verdad» un pasivo.

En concreto, los expertos se refirieron a la venta del 30 % de Bancaja Inversiones (BISA) a Picton y Deutsche Bank en 2007 por algo más de 1.300 millones de euros, aportación que fue computada como recursos propios. «Tuvo una consecuencia importante porque Bancaja sólo tenía un superávit de 700 millones, con lo que, de restar las aportaciones, no cumplía con los requerimientos», indicó Sánchez. En su opinión, se demostraba que la caja llegaba a la fusión con Caja Madrid incumpliendo el coeficiente de solvencia del 8 %.