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Iniciativa

Una empresa valenciana proyecta construir un aeródromo al norte de València

La iniciativa de la empresa Diglar Vicbal SL en La Llosa cuenta con una pista de 400 metros, un hangar para naves y escuela de formación

Una empresa valenciana proyecta construir un aeródromo al norte de València

Una empresa valenciana, Diglar Vicbal SL, ha iniciado los trámites administrativos para poner en marcha un nuevo aeródromo privado en el término municipal de La Llosa, Castelló, pegado al mar y cerca de la provincia de València. El proyecto técnico ya ha sido presentado ante la Conselleria de Territorio y se está a las espera de la aprobación de los estudios aeronáutico y de impacto ambiental.

Según explica Luis Vicens, administrador de la firma que pilota el proyecto, existe en La Llosa un aeródromo histórico, pero la cercanía al paraje natural de Almenara ha motivado que se empiece a trabajar en su traslado, a unos terrenos más cercanos al pueblo y más adecuados desde el punto de vista medioambiental. «El actual aeródromo se encuentra en un entorno protegido, cerca de la marjal de Almenara, y no es el sitio idóneo», reconoce Vicens.

El nuevo proyecto, que contará con una pista de 400 metros aproximadamente, pretende también ampliar su listado de servicios. Se quiere tramitar la puesta en marcha de una escuela de pilotos, además de un museo de temática aeronáutica y potenciar un taller especializado en aparatos ELA, una empresa española fabricante de autogiros.

Se trata de un proyecto de aeródromo privado, para sus socios, que o bien son propietarios que tienen sus ultraligeros hangarados en las instalaciones; o bien son aficionados que pueden alquilar allí algunas de las naves de las que dispone la empresa. El proyecto contará con mejoras como una cafetería. En cuanto a la inversión, al margen del coste de los terrenos que ya se han adquirido, las obras están presupuestadas en unos cien mil euros.

En la Comunitat Valenciana existe aproximadamente una decena de aeródromos, al margen de los tres aeropuertos comerciales (Manises, l'Altet y Castelló), que están regidos por aeroclubs de aficionados y también por empresas que desarrollan sus servicios como academias de formación aeronáutica para pilotos comerciales, como es el caso del aeródromo de Requena, de Airpull, por ejemplo.

«Lo nuestro es aviación deportiva. Es gente que tiene la aviación como hobby. Tienen otra actividad profesional y en su tiempo libre les gusta volar. Tenemos socios que son pilotos de avión comercial pero no es la misma sensación que un autogiro. Es como llevar un camión de seis ejes o una moto», resume Vicens.

De momento, el promotor señala que no se ponen fecha de estreno de las nuevas instalaciones del aeródromo de la Llosa, ya que dependen de los trámites administrativos.

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