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Poder adquisitivo

Los autónomos valencianos aún no han recuperado el nivel precrisis

Los trabajadores afiliados a la SS alcanzan en 2018 los 196.647, casi 13.600 menos que en 2008

El comercio es el sector con más afiliados como autónomos en la Comunitat Valenciana. miguel ángel montesinos

Hay colectivos que, en conjunto, siguen penando los estragos de la Gran Recesión pese a que ya ha pasado cerca de un lustro desde que se inició la recuperación económica de aquella debacle. Al cierre de 2018, en la Comunitat Valenciana había 196.647 personas físicas afiliadas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (Reta) de la Seguridad Social, lo que significa que el número era inferior en 13.598 a los 210.245 asociados de 2008, el año en que la crisis iniciada en 2007 empezó a mostrar todo su poder destructivo, según un informe de la Conselleria de Economía.

El número de autónomos valencianos se redujo de forma drástica en 2009, cuando bajó a 195.817. Después encadenó tres ejercicios consecutivos de caídas que dejaron a los afiliados al Reta solo en 185.935 en 2012. Es decir, se perdieron 25.000 ocupaciones en menos de un lustro. Entre 2013 y 2017 se produjo una lenta recuperación a la par que la economía resurgía de las tinieblas y llegó la cifra a 190.406. En solo 2018, por tanto, se generaron más de 6.000 empleos autónomos. Queda por ver qué sucede en este 2019 que ya se despide y en el que se han consolidado los síntomas de una desaceleración en el crecimiento.

La vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Celia Ferrero, explicó a este diario que la crisis golpeó de «manera especial a este colectivo y se perdieron muchos empleos». Cabe señalar al respecto que mucha gente que había iniciado la aventura de un negocio poco antes de la crisis se encontró en una situación de debilidad -tanto en facturación como en deuda financiera- cuando llegó la recesión y no pudo superarla. De hecho, Ferrero asegura que en esta fase de recuperación «la gente es cada vez más consciente del riesgo de emprender y se asesora mejor antes de invertir». La dirigente de ATA recuerda cómo «muchas personas que perdieron su empleo capitalizaron el paro para montar su propio negocio, pero al final acabaron fracasando», entre otros motivos por carecer de la profesionalidad o los conocimientos necesarios. Por ejemplo, tantos parados que pretendieron encontrar una nueva vida regentando un bar, un negocio que en realidad solo conocían desde fuera de la barra.

De las cuatro grandes ramas de actividad, la que se ha recuperado de una forma clara es la muy pujante de los servicios, que en 2018 tenía 2.539 afiliados más que una década antes. Por tanto, ha subido de 150.512 a 153.051. Para calibrar la importancia de este sector para los autónomos basta con mencionar que representan el 77,8 % del total. Ferrero asegura que en esta actividad hay mucho empuje «en todo lo relacionado con los servicios de asesoría a empresas, la consultoría, los servicios tecnológicos y las profesiones liberales».

En número, la mayor sangría la padece la construcción, que ha perdido 8.327 afiliados, desde los 30.738 que tenía en 2008. Es un 27 % menos. Ferrero explica al respecto que este sector fue el más castigado durante la crisis, singularmente entre las agencias inmobiliarias. Ahora, lentamente, la actividad está cobrando brío, en especial en subsectores nuevos como el alquiler de apartamentos turísticos, para el cual los propietarios deben darse de alta como autónomos.

Abandono de campos

La agricultura tampoco se ha recuperado de la recesión. Tenía al cierre del año pasado 4.060 afiliados menos. Ya solo son 11.708. El descenso es del 26 %. En este caso, la bajada ilustra el progresivo abandono del campo. Agricultores y pequeños productores alimentarios engrosan este colectivo. Por último, la industria es la que ha sufrido una mayor disminución porcentual: un 29 %. En una década sus afiliados han bajado de 13.227 a 9.387. O sea, 3.840 menos. Ferrero destaca que la presencia de autónomos en esta actividad es superior a la de la media española, aunque hay mucha atomización por la presencia de muchos artesanos.

El informe detalla que, si se suman mercantiles, cooperativas y otras entidades societarias y colaboradores familiares, el número de inscritos en el Reta en la Comunitat Valenciana sube a 348.258. De ellos, el 26,8 % corresponde al comercio (93.397), seguido por la construcción (40.326), la hostelería (37.193) y las actividades profesiones, científicas y técnicas (30.029). Por otro lado, la mayor parte de las personas físicas trabajadoras autónomas de la Comunitat Valenciana (77,2 %) no tiene asalariados a cargo y se dedica únicamente a una actividad (94,4 %). El 63 % son hombres y el 47 % tiene entre 40 y 54 años.

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