La Autoridad Portuaria de València (APV), en sesión extraordinaria de su consejo de administración, aprobó ayer el pliego de condiciones del concurso público de construcción y explotación de la futura terminal de pasajeros del recinto del Grao, que podría estar terminada en el año 2024 y ocupará las instalaciones del antiguo astillero de Unión Naval Levante (propiedad del Grupo Boluda). El máximo órgano de gobierno de la APV, presidido por Aurelio Martínez, dio el visto bueno con la única excepción del consejero Iván Castañón, a la sazón, secretario autonómico de Coordinación en la vicepresidencia de Mónica Oltra; quien votó en contra.

El rechazo de este dirigente de Compromís al proyecto de terminal para pasajeros de líneas regulares, cruceros y tráficos rodados -recién elegido consejero portuario por la Generalitat junto con la alcaldesa de Gandia, Diana Morant- contrasta con la luz verde dada por el vocal de la APV Joan Ribó, alcalde de València.

Posturas contrapuestas

El mandatario del cap i casal, al término de la reunión celebrada en el edificio del Reloj, aseguró que rubricó este ambicioso proyecto tras haberse aceptado elevar del 4 % inicial al 20 % el peso de los criterios medioambientales en las bases de licitación de la citada infraestructura portuaria.

A propuesta de Ribó, el consejo de la APV ha modificado el pliego de la terminal de pasajeros para garantizar cuatro mejoras relativas a aspectos medioambientales: instalación de placas fotovoltaicas, plan de gestión de residuos, nuevos edificios de consumo energético cero y aparcamientos con zonas de recarga para vehículos eléctricos. Así lo confirmó el presidente Valenciaport, quien valoró «muy positivamente» las aportaciones de Ribó.

Con todo, dirigentes de Compromís defendieron ayer sin ambages la postura del consejero Iván Castañón y recordaron que «no se puede ratificar un proyecto hasta que se realice una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA)» porque la construcción de la futura terminal de pasajeros -antes prevista en la zona de la ampliación norte- ha cambiado de posición respecto al plan inicial. «Compromís reclama una nueva evaluación ambiental porque la de 2007 no sirve», afirmó la diputada en las Corts y secretaria comarcal de Compromís Papi Robles. Además, destacó que el conseller Arcadi España impulsó la constitución de grupos de trabajo con agentes económicos, sociales y ambientales y el Ayuntamiento de València para tratar el proyecto de ampliación del Puerto y proyectos vinculados con la fachada marítima de la ciudad. «Mientras las conclusiones de esos grupos no finalicen debería paralizarse todo», puntualizó Robles.

Respecto a la cuarta terminal de contenedores, cuya construcción la APV prevé acompasar con el futuro acceso norte terrestres (camiones y trenes de mercancías), el alcalde Ribó apuntó que el primer problema es «la movilidad» y si hubiera una «respuesta seria» al respecto «seguramente podríamos llegar a un acuerdo». En ese sentido, el primer edil de València agregó que espera que la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, «resuelva» el asunto de la nueva DIA para Valenciaport.