El presidente de la Cámara de Comercio de España en Reino Unido, Eduardo Barrachina, instó ayer a las empresas españolas a revisar y reducir las existencias destinadas al Reino Unido ante la posibilidad de que el Brexit acabe con el establecimiento de aduanas o con barreras no arancelarias. En la feria de finanzas Forinvest, Barrachina analizó el impacto en caso de que no haya acuerdo de libre comercio en productos exportados desde España como los componentes de automóviles, que podrían quedar sujetos a aranceles del 10 %, lo que encarecería la fabricación de vehículos en Reino Unido.

Según afirmó en su intervención sobre Brexit: balance, estado actual y perspectivas para las empresas españolas, las empresas españolas intervienen con sus componentes en un 90 % en la fabricación de automóviles en Reino Unido.

Además, se refirió a los productos de origen animal, en los que se podría tener que aceptar aranceles y el encarecimiento de los productos. Pidió prudencia y que las empresas regularizaran sus stocks y los redujeran. Las empresas españolas tendrían que familiarizarse con un nuevo régimen que podría tener aduanas y barreras no arancelarias, que supone mayores requisitos administrativos, certificados de origen y formularios, por lo que «comercializar ya no será tan barato», comentó. En cuanto al régimen migratorio, para las empresas españolas con equipos en Londres ya no será tan fácil contratar a nuevos trabajadores, y existe cierta preocupación en sectores como la hostelería o la construcción.