Los hábitos de alimentación también están cambiando por la pandemia. Lo certifica el informe publicado ayer por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) al señalar que cada vez se apuesta por una alimentación más sostenible. Sea como fuere, esta organización reconoce que solo uno de cada cinco consumidores -en medio de la crisis económica- considera que está dispuesto a gastar más dinero en alimentos sostenibles. El porcentaje asciende a uno de cada tres cuando se trata de pagar más para que los productores reciban unos ingresos más justos por su trabajo. Por otro lado, la mayoría de estos quieren que la información de sostenibilidad sea obligatoria en las etiquetas de los alimentos.

Planes de futuro

En cuanto a la disposiciones y planes de futuro, dos tercios de los consumidores están abiertos a cambiar sus hábitos alimentarios por razones ambientales y a reducir el desperdicio alimentario pese a no reconocer el impacto negativo de la alimentación en el medio ambiente, según la Organización de Consumidores y Usuarios.

Así se desprende de un análisis realizado en 11 países de la Unión Europea entre octubre y noviembre de 2019 por la OCU y otras organizaciones miembro de BEUC, la Organización Europea de Asociaciones de Consumidores, en el que se pone de manifiesto que el 62 % está dispuesto a comprar principalmente frutas y verduras de temporada mientras que el 67 %, a desperdiciar menos alimentos.