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Industria

El Gobierno respalda el proyecto valenciano para la gigafactoría de baterías en Almussafes

El Ministerio de Industria confirma por escrito a una de las multinacionales interesadas su apoyo al plan impulsado por el Consell

Terrenos donde se ubicaría la factoría de baterías eléctricas en Almussafes. levante-emv

El Gobierno respalda el proyecto del Consell para la instalación de una gigafactoría de baterías para coches eléctricos en Almussafes. El Ministerio de Industria remitió una carta a finales de marzo a una multinacional con sede en Valencia interesada en el proyecto confirmándole que cuenta con el apoyo del Ejecutivo. La Generalitat está trabajando desde hace meses para que un grupo de empresa vinculadas a la automoción y a la energía saquen adelante el proyecto. Bruselas considera que Europa necesitará más de 10 megafábricas de baterías de este tipo en 2025 para hacer frente al impulso del coche eléctrico. La Comisión Europea está dispuesta a canalizar 100.000 millones de euros en ayudas para impulsar el despliegue de estas gigafactorías. El proyecto es paralelo al de la fábrica de baterías de Ford en Almussafes.

El plan es complejo porque depende de la iniciativa privada y del apoyo de las instituciones europeas. La Generalitat ha armado durante los últimos meses un programa de actuación para conseguir la instalación de la gigafactoría en el que está implicando a diferentes grupos industriales de la Comunitat Valenciana y a mutinacionales con sede en València. En ese contexto, el Ministerio de Industria comunicó a los directivos locales de una de las multinacionales que el Gobierno apoya el proyecto para que se lo trasladen a los responsables de la matriz.

La iniciativa de la Generalitat no es excluyente. «Es un plan que busca implicar a todo el sector automovilístico español, no solo al valenciano», apuntaron ayer fuentes cercanas al proyecto. En este sentido, puede ser complementario a las iniciativas que se están impulsando en el País Vasco o en Castilla y León (donde se encuentran las minas de extracción de los materiales necesarios para fabricar las baterías).

Una iniciativa de este calibre requiere miles de metros cuadrados de superficie disponible y cientos de millones de euros de inversión. La Generalitat eligió Almussafes para que la gigafactoría esté junto a la planta de Ford. La compañía estadounidense, que lleva en Almussafes más de 44 años, anunció en enero que invertirá 42 millones de euros en su planta valenciana para la instalación de su propia fábrica de baterías y la producción de dos nuevos modelos híbridos de sus monovolúmenes S-Max y Galaxy.

Para que salga adelante el proyecto europeo de construcción de 10 gigafactorías es necesaria la colaboración de fabricantes, entidades bancarias y otros medios de financiación. Francia y Alemania son los dos países que más apoyan la iniciativa, aunque también están buscando el respaldo adicional de España, Suecia y Polonia. El propio presidente francés, Emmanuel Macron, dijo en febrero que no podía estar satisfecho con una situación en la que una buena parte de las baterías de los vehículos fabricados en Francia se producen en Asia.

Sin una cadena de suministro de baterías, Europa ha atraído inversiones de empresas asiáticas como Catla, LG Chem y Samsung SDI. Según BloombergNEF, Europa podría controlar en los próximos años el 11 % de la capacidad global de fabricación de baterías en comparación con el 4 %.

China es el productor del 61 % de las baterías de coches que se fabrican en el mundo, otro 21 % de otros países asiáticos como Corea del Sur y el 10 % de Estados Unidos. Además de la dependencia europea de Asia, el coste y el impacto ambiental del transporte de estas baterías es considerable, un obstáculo teniendo en cuenta que los planes de producción pasan por convertir el coche eléctrico en la primera opción a medio plazo. En este contexto, la Generalitat Valenciana es optimista con la posibilidad de que la gigafactoría se acabe instalando en Almussafes.

Eje franco-alemán

Francia y Alemania han impulsado una especie de proyecto Airbus (el programa de cooperación europea de la industria aeronáutica) para la fabricación de baterías. El grupo francés PSA (Peugeot, Citroën y Opel) y el fabricante de baterías Saft han sido los primeros en incorporase a esta cooperación franco-alemana. La Comisión Europea ya ha autorizado una reserva de fondos públicos de hasta 1.200 millones de euros para este proyecto.

No es el único plan de fabricantes europeos ni el único que esta recibiendo apoyos públicos. Ya en 2017, la Unión Europea lanzó una «Alianza de baterías de la UE» como marco de cooperación para desarrollar estos planes. Dentro de esa política, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha comprometido su apoyo con 350 millones de euros de crédito a la empresa sueca Northvolt. La compañía Northvolt es una startup surgida hace tres años de la mano de dos ex de Tesla (la firma americana de vehículos eléctricos) que va a lanzar en Suecia su primera gigafactoría de células de baterías de litio de iones. La firma nórdica se ha convertido en uno de los referentes de la nueva industria que quiere hacer de Europa una región competitiva. Entre sus accionistas están Volkswagen, BMW o Goldman Sachs. Al proyecto de la factoría sueca se uno otro en Salzgitter (Alemania) con Volkswagen.

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