el otro día escuchaba a un gestor de carteras de inversión y que hoy por hoy el objetivo de toda cartera dejaba de ser batir el Standard and Poor's 500, y debería ser más tratar de mejorar la rentabilidad del Nasdaq. Hagamos una pequeña evaluación para ver esto más claro. Es sabido por todos, que las mayores empresas del mundo son tecnológicas que hace 20 años no existían, por tanto nuestro presente ya es esa tecnología que surgió antaño. Este comportamiento se traduce en datos de inversión en bolsa muy significativos. Por ejemplo, tomando como referencia para el Benchmark el año 2011, Amazon apenas cotizaba a 200 dólares, cuando hoy lo hace a 2.700, más de 10 veces su valor inicial. Similar es el caso de Netflix, cotizando a 30 dólares por aquel entonces y hoy presenta un valor de 457 dólares. Y junto con ellos, otro ejemplos bien conocidos como es Ebay quien estaba en 12 dólares y hoy a 48; o Tesla con un incremento de 24 a 960 dólares en esta última década.

Este ejercicio de comparación, lo podemos hacer con alguna empresa menos conocida pero más reciente, como es el caso de Square, que salió en 2016 a 12 dólares y hoy ya cotiza por encima de los 100 dólares. Por tanto, estamos viendo cómo el mercado y las inversiones en tecnología tienen una gran rentabilidad pero ¿por qué ocurre esto?

Está claro que la tecnología es lo que está moviendo el mundo. Sin embargo, simboliza únicamente la punta del iceberg porque muestra la parte de inversión cotizada, que es lo que vemos una vez sale a bolsa, y ahí observamos múltiplos de hasta 10 veces lo invertido en un plazo aproximado de 10 años.

Esto está muy bien, y piensas, oye.. para batir esto, y puesto que esto en su mayoría pasa en el Nasdaq y en EE.UU., ¿qué pasa en países como España? Tradicionalmente un país como España, es un lugar dónde las salidas al mercado bursátil son mucho más limitadas, y por tanto, para poder aprovecharse de este flujo de inversión en tecnología nos tenemos que ir a vehículos privados, lo que sería el venture capital.

Volviendo de nuevo a mirar hacia EE UU como referencia, al venture capital americano siempre se le ha acusado de absorber gran parte del valor antes de la salida a bolsa de las compañías en cuestión y aun así, está demostrado que esas salidas a bolsa consiguen múltiplos muy interesantes en un periodo de tiempo medio/largo. Por esta razón, no es difícil imaginar lo que se puede llegar a conseguir en ese momento de inversión privada cuando todavía no han salido a cotizar.

El caso Español es similar. En nuestro país sí que hay muchas operaciones en compañías basadas en la tecnología a nivel venture capital, alcanzándose con estas operaciones gran parte de este crecimiento y que logran unos múltiplos muy interesantes en unos periodos de entre 6 a 10 años. La gran particularidad es que aquí, al ser un mercado no cotizado, no tienes la liquidez que sí tendría un mercado cotizado, y por tanto es más ilíquido. Son innumerables los ejemplos de grandes empresas que han salido y han sido apoyadas por el venture capital local como podría ser Edreams, Cabify, y más recientemente y en nuestro caso, Jeff, donde conseguimos un múltiplo de 40x lo invertido en apenas 4 años.

El venture capital es el cazador de tendencias con el que llegar a inversiones hoy, que serán el éxito de mañana.