Daniel Argente (Benifaió, 1963) aspira a la reelección como secretario general de FICA UGT-PV en el congreso general que la organización celebra este próximo jueves en València. Ocupa el cargo desde hace cuatro años, cuando se puso en marcha la reestructuración interna de la central sindical. Argente será reelegido por la mayoría de los 203 delegados que representan a 26.000 afiliados cotizantes de Castelló, València y Alicante de esta agrupación ugetista. Se afilió a la UGT a la edad de 22 años y al poco tiempo fue elegido delegado sindical en la empresa cárnica La Ribera, ya extinta. Economista, graduado en ADE, accedió en 2016 a la secretaría general de FICA UGT-PV . «Eran estructuras diferentes y partíamos de problemas económicos. Pero aumentamos la resiliencia de la organización. Entre otros cambios hemos pasado de una estructura de 70 a 20 dirigentes y las cuentas están saneadas», explica en declaraciones a Levante-EMV días antes del congreso, a celebrar en La Rambleta.

¿Le preocupa el futuro de la industria y la construcción en esta era post covid-19

En la anterior crisis económica, la de 2008, se perdieron miles de puestos de trabajo en la industria y, sobre todo, en la construcción. La actual es diferente porque se han puesto en marcha herramientas laborales para combatirla: me refiero a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Por lo menos se mantienen las rentas salariales y en mi opinión no hay que poner fecha límite a estas medidas. Según las predicciones económicas de los principales organismos oficiales todo parece indicar que hasta el año 2023 seguirá cayendo la economía y por tanto hay que mantener aún más tiempo los ERTE.

En la construcción, ¿piensa que la covid-19 ha pinchado otra burbuja inmobiliaria y enviará a más personas al paro?

Hay un incremento brutal del negocio de los fondos de inversión en la construcción. Fondos chinos o rusos, entre otros, se están haciendo con buena parte de la cartera de las empresas españolas. Los extranjeros con alto poder adquisitivo compran muchas viviendas en España. Además, no hay que perder de vista la ralentización de la inversión en obras públicas. Está paralizada y ahí sí pueden producirse problemas de empleo.

El otro sector que vigila, el de la agroalimentación, es ´esencial´. No ha detenido su actividad. ¿Va viento en popa? Bueno, también se han producido roturas de los stocks durante algunas fases de la pandemia en el reparto de alimentos. Y los precios en origen se mantienen bajos en muchas ocasiones por la presión de la industria agroalimentaria y, sobre todo, de la gran distribución.

¿Qué piensa de la política industrial del Gobierno y del Consell, en particular?

Deben tener en cuenta el avanzado proceso de digitalización y la creciente implantación del big data en esas actividades. Se va a destruir empleo; lo estamos viendo en algunos sectores como el automóvil. Por eso sería deseable que la tecnología de estos procesos de robotización de actividades industriales se realicen en centros españoles tal como hacen países avanzados: Estados Unidos, Alemania, Japón... Además, las políticas económicas deben impulsar la formación profesional de los trabajadores, sobre todo los de más edad, para que no queden desplazados del mercado laboral.

"Hace falta una conselleria solo de Industria"

Argente acumula experiencia profesional en la industria auxiliar del automóvil. Trabajó en Faurecia, en la parte de logística, donde al poco tiempo salió elegido delegado. Representó a la sección sindical de UGT en Faurecia en el comité europeo. Y fue secretario general de acción sindical de la federación de industria de la central, puesto que dejó en 2016 para acceder a la citada secretaría general de FICA UGT-PV. Ford Almussafes se juega su futuro.

¿Piensa que albergar una fábrica de baterías eléctricas garantiza la continuidad del clúster de la automoción de la Comunitat Valenciana?

Por supuesto. Europa se ha quedado atrás. China ha tomado la delantera. Por eso el viejo continente necesita implantar seis o siete fábricas para garantizar el futuro de la automoción. España debería tener al menos dos fábricas. Extremadura tiene minas de litio, un valor añadido para implantar esas factorías en España.

¿Teme el impacto laboral de la robotización?

Hay muchas incertidumbres. Pero también existen ideas positivas como el clúster textil-sanitario. La producción de material sanitario tiene futuro. Hay posibles rebrotes de covid-19 como también de otros virus. Me parece acertada la iniciativa de la Conselleria de Economía Sostenible apoyando este tipo de iniciativas. Ahora bien, el textil tiene que avanzar mucho en innovación e investigación. Se ha debatido mucho en el llamado ´plan de reconstrucción´ y la industria debe tener su peso en el PIB de la autonomía. Por otro lado, no hay que perder de vista la implantación de la ley de cambio climático. No veo demasiada implicación y preocupación de los empresarios en ese sentido. Deberían tener en cuenta que afecta mucho en temas como la eliminación de los plásticos.

Entonces, ¿los panes de reconstrucción no le convencen?

Ya pondría una conselleria que fuera solo de Industria. Hace falta. Este sector pierde peso desde la última crisis y está demostrado que los países con industria salen mejor de los procesos de recesión económica. Los planes de reconstrucción requieren estar dotados de presupuesto.